Pareciera ser que el Gobierno encontró una forma de evitar una devaluación del peso. Pero se trata de un atajo tramposo, ya que la política económica que viene implementando es la de provocar micro devaluaciones. Esto se debe a que el dólar oficial que cotiza en el mercado cambiario minorista continúa su senda de previsible racha micro devaluatoria. Una manera de qué la moneda extranjera no se quede planchada en cuanto a su valor.
Por su parte, el dólar home banking, es decir el oficial más el 30% que corresponde al llamado Impuesto País Solidario, superó hace algunos días la barrera de los $100. En definitiva, este sería el precio real del dólar en estos momentos, aunque todavía mantendría una brecha importante respecto de la cotización en el mercado paralelo, el cual está sustentado en las cuevas clandestinas que integran la conocida como city porteña, en dónde se encuentra cerca de los $131.
Y es que la intención del Gobierno es intentar sostener la actual política cambiaria, lo cual depende de varios factores. Uno de ellos, pasa por el hecho de establecer si le será posible al Banco Central poder acumular reservas. Otro aspecto a considerar, será el nivel del superávit que pueda exhibir la balanza comercial en conjunto con el balance cambiario. También dependerá de que la brecha con el dólar paralelo no se ensanche todavía más.
Dos graves inconvenientes que se le presentan al gobierno son, por un lado, la expectativa devaluatoria que aumenta entre la población. Y es que suponen que tarde o temprano se producirá la apreciación del dólar en detrimento del peso, ya que el dólar blue alimenta esta especulación, sobre todo en aquellos sectores cuyos ingresos dependen de la exportación de materia prima como es el caso del campo y su producto estrella, la soja.
Sobre este punto, diversos analistas alertan sobre la desestabilización que puede generar la expectativa de devaluación y la brecha cambiaria existente entre el dólar oficial y el paralelo. Sobre todo, advierten acerca de las consecuencias de la presión ejercida sobre las reservas del BCRA, por lo que sería clave que desde el Poder Ejecutivo se brinde cierta certidumbre en lo que hace a la disminución del déficit fiscal y el lograr en el futuro un acuerdo con el FMI.
Pero también, por el otro lado, la inflación es el otro escollo que deberá superar el Gobierno, ya que la misma de momento está contenida en el marco del control de precios que se ejerce desde el Poder Ejecutivo en medio de la pandemia mundial de coronavirus. Y es que el Gobierno quiere evitar que los precios se disparen cuando, sobre todo en la región del AMBA, la imposibilidad de poder concurrir libremente al trabajo hace que los ingresos estén disminuidos. En este sentido, se cree que la paritaria que acordó el gremio de Camioneros impactará en lo relativo a los costos del transporte de carga. Y es que en este mes se comenzará abonar el acuerdo salarial al que arribó este poderoso sindicato, por lo que se prevé un traspaso a los precios de las mercancías transportadas, lo que, a su vez, generará también un aumento en el valor final que el consumidor abonará en las góndolas de los supermercados.