La familia de la profesora de inglés asesinada en Barrio Norte no encuentra consuelo. Trascendió una información que da cuenta de lo podrida que está la Justicia en Tucumán, que no hizo más que agigantar todavía más el dolor de los seres queridos de Paola Tacacho. Y es que se descubrió que el femicida Mauricio Parada Parejas, tenía consigo una fotocopia del Documento Nacional de Identidad (DNI) de la docente.
Este hecho alimenta todavía más la idea de la familia de la víctima, acerca de que el femicida podría haber contado con algún tipo de ayuda para acosar sin obstáculo alguno a Paola Tacacho, sobre todo, por la cantidad de años que le hizo vivir un infierno sin que la Justicia actuara. Justamente, allí apuntan los seres queridos de la profesora de inglés, al Poder Judicial. ¿Acaso existió gente que le filtraba información a Parada Parejas?
En el hipotético caso de que se llegara a descubrir que pueda haber habido gente dentro del Poder Judicial que le facilitaron acceder a esos datos, estaríamos ante un hecho todavía más catastrófico. En ese sentido, los familiares de Paola Tacacho reprocharon la lentitud del fiscal Carlos Sale, quien se encuentra al frente de la investigación. Pero, además, no quieren que la causa se cierre sin que se investigue al entorno del femicida.
Reprochan también que se haya realizado el allanamiento a la vivienda de Parada Parejas dos semanas después de ocurrido el crimen. Tal parece que el fiscal de esta causa, no entiende la necesidad y urgencia que requiere esta causa. Incluso, a días de que se cumpla el primer mes desde el femicidio de Paola Tacacho, no se citó a testificar al tutor del asesino, Ronald Parada Parejas, hermano del femicida que se suicidó luego de matar a la docente.
De hecho, la familia se pregunta si nuevamente la Justicia no estará encubriendo a la familia de Parada Parejas, y a los responsables del Estado que debieron proteger la vida de los ciudadanos. Creen que especulan con el hecho de que, una vez entrada la feria judicial de fin de año, la sociedad aquejada por miles de problemas tendrá la cabeza en otra cosa. Pero, además, debería dolerle a la propia Justicia el descrédito que tiene en la sociedad.
Es tan grande el desmérito del Poder Judicial que ha trascendido las fronteras provinciales, al punto de convertir a Tucumán en noticia sólo por la degradación institucional de la que adolece desde hace tiempo. Alguna vez, desde este medio planteamos la necesidad de que se produjera la intervención nacional en una provincia que deja mucho que desear y cuyas instituciones simplemente no funcionan o lo hacen como un apéndice del poder político.
La Justicia por la que clama la familia de Paola Tacacho es la misma que piden cientos de familias tucumanas, las mismas que en último tiempo han visto cómo la inseguridad se ha llevado más vidas que la propia pandemia de coronavirus. En algún momento, se deberá producir un cambio de timón, o la podredumbre de la Justicia, junto con los demás poderes del Estado, será tan grande que hasta podría poner en riesgo la existencia misma de la democracia.
