La Organización de los Estados Americanos (OEA) condenó los disturbios que se produjeron el domingo pasado en Brasil, donde partidarios del ex presidente Jair Bolsonaro atacaron las sedes del poderes ejecutivo, legislativo y judicial.
“Condenamos de la manera más clara y enérgica esta movilización de carácter fascista y golpista que ha amenazado los tres poderes del Estado en Brasil”, afirmó el secretario general de la entidad, Luis Almagro.
En tanto, el embajador brasileño ante la OEA, Otávio Brandelli, dijo que “Brasil tiene un compromiso firme con la democracia y el estado de derecho y rechaza cualquier forma de extremismo antidemocrático y de violencia política”.
Los responsables de esas acciones violentas “serán identificados y tratados con el rigor de la ley, dentro del debido proceso legal”, añadió el embajador.
El Estado y sus instituciones democráticas “darán respuestas a la altura de la gravedad de los crímenes cometidos”, aseguró Brandelli, quien insistió en que el país celebró elecciones “libres y democráticas” que merecieron elogios de la comunidad internacional.
A su turno, el embajador de Honduras ante la organización, Carlos Roberto Quesada, advirtió que “algo que sucede hoy en Brasil no sabemos dónde se va a replicar” porque “esto ya se está convirtiendo en una mala costumbre”, y llamó a los presidentes de América Latina a trasladarse a Brasil “si fuera necesario para defender la democracia”.
También propuso que la organización continúe monitoreando la situación poselectoral y algunos países como Colombia y Argentina llamaron a la organización a innovar y hacer una reflexión interna “si quiere seguir vigente”.