Las medidas anunciadas la semana pasada por el Banco Central de la República Argentina (BCRA), orientadas a flexibilizar las condiciones de acceso al mercado de cambios para el pago de importaciones de insumos, no han calmado la preocupación de las empresas que requieren estos bienes para garantizar su producción. A las cartas de los fabricantes locales de baterías y autopartistas que alertaron la semana pasada sobre la gravedad de la situación al titular de la entidad, Miguel Pesce, se sumó ayer el reclamo de otra empresa dedicada a la fabricación y comercialización de alfombras habitáculo y aislación acústica de autos.
La carta de Treves Argentina, compañía integrada en su totalidad por capitales nacionales, está dirigida al Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación y lleva la firma de su gerente general, Juan José Fontán. En su misiva, el empresario advirtió que pese a las últimas comunicaciones del BCRA (A-7552 y A-7553) mediante las cuales se permitió a los importadores locales pagar la mercadería “en tránsito” embarcada en origen hasta el 27 de junio pasado, aún no han podido “canalizar ningún pago”. Según prevé el empresario, ello afectará su propia producción y la de sus clientes a partir de la semana próxima, comprometiendo así a las exportaciones del país.
“Entendemos que es una situación temporal y que se resolverá en breve. Una de nuestras preocupaciones es saber qué acontecerá con aquellas mercaderías embarcadas luego del 27 de junio y que los proveedores no nos financiarán a 180 días y, por otra parte, cómo sustituir proveedores del exterior que históricamente operaron con pagos anticipados, cuando no aceptan cambiar las condiciones comerciales y no existen en el país materiales alternativos o proveedores que nos permitan sustituirlos”, expresó la empresa autopartista en su carta.
“Al día de hoy, con los pocos materiales que tenemos en tránsito y el stock en la empresa, tenemos cobertura hasta primera semana de agosto, situación que venimos alertando tanto a nuestros clientes como a nuestro sindicato desde hace semanas. La parada de planta pareciera difícil de evitar y la recuperación dependerá de las posibilidades concretas de pago y del lead time de cada proveedor del exterior”, escribieron los industriales. Y, párrafo aparte, advirtieron a sus clientes que se verían obligados a parar sus producciones, afectando de manera inmediata a las exportaciones. “Esto también conllevará a suspensiones masivas de trabajadores”, pronosticaron desde Treves Argentina.
Si bien la empresa reconoció en su texto que las últimas medidas del BCRA habían generado “cierta esperanza”, al no haberle impactado en los hechos la nueva normativa, manifestó su preocupación por los plazos productivos y la hizo extensiva al conjunto de la industria autopartista.
Pese a la autorización del pago de insumos en tránsito que hayan arribado al país en el marco del Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones (SIMI), la medida resulta insuficiente para los industriales, ya que, al mismo tiempo, el BCRA estableció que solo permitirá pagar la totalidad de los pedidos hasta US$4 millones, o bien el 40%, hasta un tope de US$20 millones. Es decir, en cualquier caso, la entidad no habilitará más de US$4 millones.
“Esperamos sepan entender nuestra situación particular y de la industria que formamos parte con un rol protagónico y, de manera conjunta, logremos alcanzar alguna solución que nos permita seguir operando”, concluyó Treves Argentina.
Con el objetivo de descomprimir la tensión desatada por la crisis cambiaria, las últimas flexibilizaciones a las importaciones se produjeron debido al reclamo de diversas empresas que les comunicaban a sus clientes la dificultad para cumplir con las entregas comprometidas o les anunciaban caídas en la producción. Incluso, algunas autopartistas llegaron a plantearles a sus proveedores la necesidad de realizar cambios en las condiciones de pago.
Misivas al Banco Central
La semana pasada, previo a las nuevas medidas tomadas por el BCRA, la Cámara Argentina de Fabricantes de Acumuladores Eléctricos (Cafae) advirtió a través de una carta al titular de la entidad, Miguel Pesce, sobre la inminente falta de baterías en el mercado doméstico. Asimismo, vaticinó que, si no se regularizaba el acceso a los insumos importados en 30 días, habría suspensiones de personal.
“Nuestra cámara asocia a la mayoría de los fabricantes de baterías de todo el país, que a la fecha no pueden abastecerse de insumos importados, que no se producen en el país, ya que las condiciones de pago a 180 días hacen que el proveedor del exterior no esté dispuesto a otorgar un crédito a tan largo plazo”, alertaron los industriales, quienes participan en el mercado de baterías para equipo original, de reposición y de exportación.
“Nos dirigimos a Usted [Pesce], ya que lamentablemente en los próximos 30 días varios fabricantes se verán en la necesidad de a suspender personal por falta de insumos. Esto podrá afectar a más de 4000 personas de mano obra directa y unas 5300 de mano de obra indirecta de los proveedores locales en los diferentes rubros”, sostuvo Cafae.
Así, ante la crisis cambiaria por falta de dólares y las flexibilizaciones a las importaciones, que a los empresarios locales ya les deja gusto a poco, comienzan verse los primeros problemas en la cadena productiva y en la provisión de insumos para la producción nacional.