El 7 de marzo del 2021, Andrea, una joven de 23 años denunció haber sido violada por Rafael Benjamín Padilla, David Nicolás Aranda y Hugo Maximiliano Décima en una fiesta en Burruyacú. Este viernes 11 de marzo comenzará el juicio por el caso y convocan a concentrar frente a tribunales penales a las 9 horas. A un año del hecho, la familia de Andrea solo quiere que se condene a los culpables ya que el daño que hicieron es irreparable.
“Tratamos de estar tranquilos confiando en el abogado y esperamos una condena, que no va a subsanar lo que le hicieron a mi hija, pero va a darnos un poco de justicia. Eso es lo que necesitamos, no plata como nos ofrecieron desde el principio los familiares de los abusadores”, expuso en diálogo con la prensa Érica Rojas. Se trata nada menos que de la madre de la denunciante.
Desde el inicio del proceso la familia de la joven aseguró tener las pruebas de lo ocurrido. Sin embargo, tienen sus dudas sobre cómo se desarrollará el juicio debido a que el abuso involucra a dos familiares de funcionarios políticos de Tucumán. “Benjamín Padilla es hijo de David Padilla, quien fue intendente, legislador y ahora coordinador de comunas rurales Aranda también es familiar de ellos”, relató.
Asimismo, detalló que “todo el año fuimos hostigados, mi hija y mis sobrinos. Los golpearon y amenazan con otras violaciones. A mi hija cuando salía de la casa la amenazaban con sacarle fotos y se burlaban”. La familia de la joven denunció haber recibido, amenazas, hostigamiento y hasta sobornos económicos por parte de estas personas para dar marcha atrás con el proceso judicial.
Érica, además aseguró que en total presentaron 15 perimetrales contra familiares de los acusados, quienes permanecen con prisión preventiva desde el presunto ataque. “Mi hija tiene presentadas 3 perimetrales. Dos jueces en una de tantas audiencias dieron la orden de que el móvil policial pase dos veces en el día por mi casa. Pero nunca pasaron. Y cuando hacemos denuncias de estas amenazas, me archivan las causas”, subrayó la mujer.
Mientras que agregó: “No se vive igual, es un pueblo chico. Salís a la esquina y te los encontrás. Es increíble la impunidad con la que se manejan”, añadió. Por otro lado, hizo hincapié en que muchos vecinos y organizaciones sociales las acompañan desde el principio y se movilizarán este viernes. “Nos vienen sosteniendo y dando fuerza para no caer y no bajar los brazos. Otros vecinos no nos apoyaron por miedo a represalias políticas. Tenían desconfianza”, expuso.
Para finalizar, dijo que “esperamos que con este juicio se le dé una respuesta a mi hija. Mientras la justicia acompañe al poder político, estamos desprotegidos. Los pobres no tenemos justicia pareciera. Espero justicia por mi hija, por toda mi familia que viene sufriendo todo este año haciéndonos el aguante, por mi hijo y mi sobrino”.