Uno de los drones más grandes, sofisticados y caros del arsenal de los Estados Unidos, el MQ-4C Triton, fue derribado recientemente por un misil tierra-aire del sistema de defensa aérea Jordad 3 en aguas territoriales de Irán, en un episodio que encendió la tensión entre ambas naciones.
La firma armamentística Northrop Grumman lo fabricó y puso en el aire por primera vez en 2013, en un vuelo de prueba que duró aproximadamente nueve horas. Desde ese entonces, el MQ-4C Triton pasó a formar parte de la Marina de los Estados Unidos para realizar misiones explorando grandes franjas de océanos, costas o tierras desde unos 18.000 metros de altura.
Tiene un largo de 40 metros, lo que le da un espacio más amplio que el de un avión Boeing 737, así como el RQ-4 Global Hawk de Northrop Grumman que sirvió como modelo. Y el motor turbofan Rolls-Royce AE3007H, utilizado en una variedad de aviones, que le permite alcanzar una velocidad máxima de 592 km/h.
Sin embargo,Triton no fue construido para la velocidad; su principal característica es la eficiencia del combustible, que le aporta la capacidad de permanecer en el aire cerca de 32 horas sin necesidad de repostar.
Los sensores que tiene incorporado, principalmente cámaras electroópticas e infrarrojas, son las herramientas que hacen posible las misiones de espionaje. Además cuenta con un radar de 360 grados diseñado específicamente para detectar objetos en la superficie de los océanos del mundo.
También cuenta con receptores de señal de banda alta y baja diseñados para detectar emisiones electromagnéticas, desde radares hasta comunicaciones digitales, rastrearlas hasta su origen y analizarlas. Y por si fuera poco está equipado con un radar especial que le permitirle desplazarse de forma segura en un espacio aéreo sin chocar con otras aeronaves.
