Las autoridades fueron alertadas este sábado después de las 16, cuando un vecino se acercó a la ventana del domicilio y leyó un extraño mensaje: “Llamen al 911, que los chicos están solos”.
El testigo golpeó la puerta al mismo tiempo que llamaba al Centro Estratégico de Operaciones de Mendoza y contaba lo que ocurría. Unos minutos después, salió un nene de 7 años, le dijo que estaba jugando a la PlayStation y que sus padres estaban encerrados en la habitación, pero no contestaban.
La policía, con autorización de la jueza de Garantías de turno, forzó la puerta del departamento 10, ubicado en la calle Bombal al 400, en Las Cañas.
La habitación matrimonial estaba cerrada por dentro. Al entrar, los agentes encontraron sin vida a Florencia Susana Guiñazú (30). Tenía golpes y manchas de sangre en todo el cuerpo. Su pareja, Ignacio Agustín Noto (32), se había colgado en otro extremo de la habitación. El personal médico del Servicio de Emergencias Coordinado (SEC) constató que tanto Guiñazú como Noto habían muerto.
Según informó el diario El Sol, los vecinos escucharon los golpes provenientes del departamento de la pareja durante la noche, pero nadie llamó a la policía ni al servicio de emergencias.
Las horas pasaron y el nene salió al patio para pedir ayuda porque había pasado la hora del almuerzo y “tenía hambre”, pero tampoco consiguió quien lo atendiera. De acuerdo con los investigadores, la segunda hija de la pareja, una nena de 5 años, se había ido a pasar el fin de semana en la casa de una de sus abuelas.
El fiscal de Homicidios Gustavo Pirrello quedó a cargo del caso y activó el protocolo de femicidio. Luego, una perito del Cuerpo Médico Forense (CMF) hizo el examen preliminar de los cuerpos.
Los investigadores manejan la hipótesis de un femicidio seguido de suicidio y que el femicida escribió la nota luego de matar a su pareja y previo a quitarse la vida. /TN