Moody’s, la calificadora con sede en Nueva York, puntuó a la Argentina con un “C-A”, el penúltimo escalón (20) dentro de un rango de 21 que evalúan el riesgo de cada país. Gabriel Torres, vicepresidente y analista senior de Moody’s para el país, dijo: “El escenario para fines de 2023 es uno de donde más o menos se logra zafar sin que explote todo”.
De acuerdo con la organización, el riesgo crediticio es el derivado de la imposibilidad, por parte de una entidad, de cumplir con sus obligaciones financieras contractuales a su vencimiento, y las pérdidas económicas estimadas en caso de incumplimiento o incapacidad. En este aspecto, la Argentina está casi en lo más bajo de la curva de seguridad.
“Las crisis tardan mucho en darse y suceden muy rápidamente. Hay 55% de probabilidad de que se evite una crisis y 45% de que haya un shock. El riesgo de una devaluación fuerte, que comenzaría con algo así como una devaluación del 30% en una semana, es sustancial”, comentó Torres a LA NACION.
El analista explicó que el Gobierno se encuentra en el peor de los dos mundos. Dijo que toma medidas ortodoxas, pero no puede gozar de sus beneficios porque el mercado no le cree que vaya a sostenerlas. “Termina habiendo un ajuste sin el beneficio del ajuste”, sentenció.
“Es fácil decir ‘acá están los elementos para que haya una fogata y no sabes cuál va a ser una chispa’”, explicó, y agregó: “Perder el mundial puede ser un catalizador, si sale perdiendo en la primera ronda. En Chile, cuando estallaron las protestas, fue por un aumento de 30 centavos. No era eso, sino 30 años”, dijo.
De acuerdo con el especialista, el mayor riesgo del país actualmente es la deuda en moneda local, más que en dólares. El pasivo remunerado del Banco Central ya superó los 9 billones de pesos. Dijo que no es probable, por ahora, un escenario con una inflación de 150%, pero no puede descartarse.
“Estamos viendo que la cantidad de deuda del Banco Central medida contra la economía y la base monetaria ha pegado un salto. Contra la economía, en 2020 era el 5% del PIB, pero hoy está por encima del 10%. Es un salto importante. Con base monetaria, pegó un salto en dos veces la base monetaria”, explicó Torres, que apuntó a LA NACION que la relación entre la base monetaria y la deuda es igual a la de la híper de los 80.
La exposición de los bancos argentinos a la deuda del gobierno y del BCRA –mayormente denominada en moneda local– ha aumentado recientemente y plantea riesgos sistémicos para el sector financiero, de acuerdo con Moody´s. “Estas exposiciones han hecho que el perfil crediticio de los bancos sea cada vez más susceptible a los riesgos de refinanciamiento de la deuda pública y a cambios en las condiciones monetarias”, comentaron en un comunicado.
“El riesgo que vemos tiene que ver con impacto macroeconómico”, advirtió al hacer mención a que el Banco Central está “creando pesos” para pagar deuda. “Eso crea más pesos en el mercado que se ve obligado a esterilizar”, agregó.