Luego de que, entre otras críticas, el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, dijera que los molinos harineros “estrangulaban el abastecimiento de harina”, el presidente de la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM), Diego Cifarelli, le respondió: “Lejos de estrangular, redoblamos esfuerzos”. En tanto, Carlos Achetoni, presidente de Federación Agraria Argentina (FAA), respondió a una frase del funcionario que ligó una supuesta especulación con quienes “quieren comprarse más departamentos en Miami”. Achetoni dijo: “No estamos para comprar departamentos en Miami”.
En una conferencia de prensa donde, entre otros anuncios, comunicó una canasta de proximidad, Feletti se refirió a “ataques especulativos”. Y puntualmente sobre la industria molinera indicó: “Aparecen especulaciones y esto también lo ha dicho el Presidente y, por eso, se habla en términos bélicos porque han aparecido especulaciones sorprendentes. Los molineros, que dispararon la bolsa de harina de 1300 pesos a 1900 diciendo que no había trigo, tenían acopiados en sus molinos 1,1 millones de toneladas de trigo cuando las necesidades habituales son de 600.000 a 700.000 (toneladas). Y, sin embargo, no entregaban trigo y subían el precio y estrangulaban el abastecimiento de harina” .
Ante una consulta de este medio, Cifarelli señaló que la industria no tiene el acopio que señaló el funcionario y que la mercadería que posee en un volumen menor es de los productores que la entregaron pero que, como todavía no tiene precio, no se puede moler.
“Nosotros no tenemos 1,1 millones de toneladas; tenemos alrededor de 850.000 de trigo físico propiedad de los productores, no de los molinos. Es trigo que el productor cosecha en plena campaña y lleva al molino y que, después, va fijando (de precio) a lo largo del año”, señaló el presidente de FAIM.
Cifarelli indicó que la mercadería “esté en el molino no significa que es propiedad del molino”. Agregó: “No lo puedo moler porque no es mío. Eso hay que tenerlo claro”. Destacó que “AFIP no determina si es propiedad del productor, determina que está físicamente en el molino”.
“Esta cuenta la lleva a la perfección el Ministerio de Agricultura y se puede observar que lo que molió la molinería es exactamente igual a lo comprado. No hay ninguna tonelada más ni menos”, dijo.
“Hicimos todo lo contrario, lejos de estrangular en un momento tan complicado, redoblamos esfuerzos y no faltó un grano de harina en ningún lugar del país”, afirmó Cifarelli.
Críticas
En su exposición, Feletti también vinculó la supuesta especulación con quienes “quieren comprarse más departamentos en Miami, más 4×4 y salen a las rutas a exhibir el lujo que tienen porque quieren convalidar una suba de 50% en dólares en sus stocks por solo efecto riqueza”. Antes, el funcionario había defendido la suba de retenciones y se pronunció en favor de aplicarla en trigo, maíz y girasol. “Lo sostengo”, afirmó.
Al respecto, Achetoni respondió: “Nosotros queremos consolidar la permanencia de los productores pequeños y medianos en la producción y esa elección que tienen de forma de vida. No es una unidad de negocio la que tenemos nosotros. Se está equivocando, nosotros no estamos decidiendo qué es lo que van a comer los argentinos. No estamos para comprar departamentos en Miami, sí estamos para poder escalar en tecnología, incorporación de herramientas que nos permitan ser más competitivos y productivos para solucionar los problemas que tiene la Argentina y abastecer al mundo ante las demandas alimenticias que están surgiendo hoy”.
Roberto Palomo, integrante de la Asociación Civil de Productores Agrícolas y Ganaderos del Norte (Apronor), dijo sobre Feletti: “No me sorprende, cuando te quedás sin argumento en la discusión empezás a descalificar, ofender. No tenemos que engancharnos en esto ni salir de nuestro lugar del respeto, con altura, porque tenemos argumentos de sobra”. Reiteró que la última suba de derechos de exportación es inconstitucional.
“La intervención no da resultados por ningún lado, ni con la carne, el pan, el aceite, la leche”, apuntó, por su parte, Diego Pascuale, productor que participa de las asambleas de la AO12 y ruta 34, a 40 kilómetros de Rosario.
En este contexto, Feletti también dijo: “Si vamos así, la Mesa de Enlace va a decidir lo que comemos”. Al respecto, Jorge Chemes, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), respondió: “De ninguna manera la Mesa de Enlace va a decidir lo que la gente tenga que comer en este país, el Gobierno lo va a decidir, con sus políticas de incentivo. Que no busquen un culpable en donde no existe, si hay un culpable acá es el Gobierno que se equivoca diariamente con las medidas que aplica. Lo único que están buscando es generar conflicto de la sociedad con el campo”.
“El productor no se va a Miami y si tenemos 4×4 es porque no tenemos caminos rurales en condiciones para ir a los campos para producir. Esa suba del 50% que tuvieron los granos al productor le llega muy poco porque se debe compensar con la suba de los costos para producir y quien realmente aprovecha ese incremento es el Estado que solo es socio con el campo en las ganancias”, añadió.
En esa línea, a Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), lo preocupa el tenor de las declaraciones del funcionario. “Es raro que un secretario no conozca cómo trabaja nuestro sector productivo: el campo no es formador de precios. Pone la responsabilidad de su negligencia en un sector que nada tiene que ver con el incremento de los precios y pareciera que lo único que quiere generar es un enfrentamiento de la sociedad con el campo”, sostuvo.
Por su parte, Elbio Laucirica, vicepresidente de Coninagro, se sumó a la controversia. “Creemos todo lo contrario, el que está decidiendo qué vamos a comer es él porque en la medida que siga con estas medidas intervencionistas en el mercado, con fideicomisos y control de precios, lo único que va a lograr es menor producción con menor trabajo en el interior y a acentuar los problemas de la mesa de los argentinos”.
“Mejor que utilice los ingresos extra que está teniendo el Gobierno a través de los altos precios por la desgracia de esta guerra para solucionar el problema de la mesa de los argentinos. Como nosotros se lo hemos manifestado, que lo haga a través de la tarjeta Alimentar o del reintegro del IVA en la tarjeta y, de esa manera, seguramente le va a dar una solución real al problema”, agregó.
“Con esto no queremos decir que no seamos solidarios, llevamos años aportando 10.000 millones de dólares por año a través de las retenciones y, en este caso en particular, este aumento en los precios nosotros no lo podemos recibir porque tenemos un incremento muy importante en los insumos y eso hace que los resultados van a ser parecidos a los que teníamos antes”, precisó el vicepresidente de Coninagro.