Al igual que la semana pasada, el agua en las orillas del murallón del Embalse Río Hondo, volvió a lucir de color y se observaron algunos peces muertos. Además se percibe un fuerte olor.
Las autoridades explicaron que ese proceso es común en esta época del año debido a factores tales como las elevadas temperaturas y la concentración de nutrientes debido a las lluvias lo que permite el desarrollo del fitoplancton que, por el viento, se deposita en las costas. Esto ocurre en todos los embalses del mundo, advirtieron.
Los especialistas explicaron que si esta noche cambia de dirección el viento, o si mañana se da un día nublado, descenderán estas algas.
Esta situación solo se da en zonas costeras y no en toda la masa de agua del Embalse.
Ese fenómeno reúne una alta cantidad de cianobacterias: organismos procariotas presentes en todo el mundo denominadas Algas Verdeazules. Algunas de ellas pueden, potencialmente, generar toxinas como mecanismo de defensa.
En los humanos, si se está en contacto directo con las algas, se pueden sufrir, ocasionalmente, dermatitis o afecciones en las vías respiratorias. Por eso se recomienda no bañarse en zonas de “manchas” verdes hasta que se normalice el fenómeno.