El frustrado proyecto de construcción del “Tren Bala” llega a juicio oral y público. De la media docena de imputados originales sólo uno estará sentado en el banquillo de los acusados: el ex secretario de Transportes durante el kirchnerismo Ricardo Jaime.
El resto, entre ellos su sucesor, Juan Pablo Schiavi (hoy detenido y cumpliendo condena por la Tragedia de Once) fueron sobreseídos o la causa terminó prescribiendo por el paso del tiempo.
Es que el origen de la causa se remonta al 13 de mayo de 2008, cuando el ex legislador Mario Cafiero y el abogado Ricardo Monner Sans formularon la denuncia.
De aquel escrito inicial sólo quedó en pie una acusación contra Jaime por presuntamente haber cobrado un soborno de un millón de dólares por parte de una de las empresas que resultó adjudicada para la construcción del tren de alta velocidad que debía unir Buenos Aires con Rosario y Córdoba, que nunca se hizo.
El proceso está en la recta final hacia el juicio final: sólo resta el “ofrecimiento de prueba” y fijar la fecha de debate, probablemente en el segundo semestre de 2020, a cargo del Tribunal Oral Federal 8 (TOF 8), integrado por los jueces María Gabriela López Iñiguez, Sabrina Namer y Javier Anzoátegui.
En su último acuerdo, la Corte Suprema le aceptó la excusación para intervenir como última instancia al juez Juan Carlos Maqueda. Lo hace en todas las causas en que aparece Jaime porque ambos fueron simultáneamente funcionarios del gobierno de Córdoba en el pasado.
Jaime llegará a juicio por una supuesta “promesa de pago de un millón de dólares que habría en el año 2007 –cuando se desempeñaba como Secretario de Transporte de la Nación- para adjudicar a la empresa Alstom –representada por Jean-Daniel Lainé y de Thibault Peters Desteract- la obra para la instalación de un tren de alta velocidad”.
“Para llevar a cabo la transferencia de esa suma, la citada firma habría simulado la contratación de los servicios de la consultora CAESA, vinculada a Julián y Manuel Vázquez”, quienes aparecen reiteradamente mencionados en otras causas como testaferros de Jaime.
“Por su parte, Juan Pablo Schiavi también habría colaborado con la maniobra al suscribir, ya en el año 2009 y 2010 como sucesor de Jaime en aquella dependencia, diversos actos dirigidos a mantener la vigencia de la relación contractual con la empresa como condición necesaria para que el pago prometido pudiera efectivizarse”.
Todos, menos Jaime, fueron excluidos de las acusaciones. Los empresarios Lainé y Desteract fueron sobreseídos por “prescripción”, al igual que Julián y Manuel Vázquez.
Los cuatro fueron llamados a indagatoria por el juez federal Luis Rodríguez el 17 de octubre de 2016, ocho años después de iniciada la causa. Para entonces ya estaba extinguida la acción penal por el paso del tiempo.
Schiavi, en cambio, fue sobreseído. Entre otras razones porque, según la resolución judicial a la que accedió A24.com, el contrato para la construcción del Tren Bala “quedó rescindido durante la gestión de Schiavi (en Transportes) sin gravitación económica para el país”.
La causa, con sólo Jaime como imputado por “cohecho pasivo”, transita una cuenta regresiva acelerada porque en caso de que no se produzca rápidamente la convocatoria a juicio también para él podrían correr los plazos de la prescripción.