Dispuesto a impedir que las organizaciones sociales y partidos de izquierda lleven adelante los piquetes que tenían previstos para la jornada de paro nacional, el Gobierno desplegó su habitual operativo para impedir los cortes. Pero más allá dela presencia policial, se destaca la instalación de una “supervalla” en el puente Pueyrredón.
Desde la madrugada, las fuerzas federales instalaron una estructura metálica que cuenta con un mecanismo hidráulico, que se utilizó por primera vez durante la reunión del G20 en diciembre pasado. El objetivo (logrado) fue impedir que los manifestantes subieran al puente que conecta la provincia con la Ciudad de Buenos Aires.
“Es un camión de porte grande que abre una valla en determinado lugar con el objetivo de frenar a la gente e impide que tengamos que estar con el personal frente a frente respecto a los manifestantes, que en muchos casos se acercan en una actitud de querer pasar a la fuerza”, explicó la ministra Patricia Bullrich al canal TN.
La última vez que se había usado fue durante la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso, el 1 de marzo pasado.
La “supervalla” fue adquirida el año pasado durante una serie de licitaciones en las que el Ministerio de Seguridad compró material antidisturbios para las fuerzas de seguridad, incluidas vallas de contención, gases lacrimógenos y balas de goma.
En el marco del quinto paro nacional que realiza la CGT durante el gobierno de Mauricio Macri, están previstos una serie de cortes en los principales accesos a la ciudad de Buenos Aires que comenzaron en las primeras horas del día.
“Estamos hartos de los paros, es el quinto que sufre este gobierno. Igual, ya sabemos que cuando el partido gobernante no es el de los sindicalistas, hay que bancarse los paros”, afirmó durante la mañana Bullrich.