Alerta amarilla en Cambiemos en Diputados. En el oficialismo creen que la oposición tiene chances de reunir quórum para la sesión especial que pidió para este jueves, con una lista de más de 30 proyectos, todos indigeribles para el Gobierno. Por eso, el oficialismo convocó a sus legisladores a Buenos Aires, a pesar del feriado del 2 de abril que partió la semana. La misión: esperar tras bambalinas y si la oposición consigue sentar en sus bancas a 129 diputados para abrir la sesión, entrar al recinto, y hacer valer su tercio holgado (108 diputados) para bloquear el tratamiento de los proyectos.
Será un jueves espeso para el oficialismo. Casi en paralelo, al mediodía, la Bicameral de Inteligencia recibirá en reunión secreta al director de la AFI, Gustavo Arribas, y a su número dos, Silvia Majdalani, para que respondan preguntas de senadores y diputados sobre el caso D’Alessio que lleva adelante el juez Federal Alejo Ramos Padilla, y que salpica a la agencia de espías estatales. Fuera del Palacio, la calle estará agitada por la marcha de la CGT para protestar contra la política económica del Gobierno.
“No vamos a permitir que el Gobierno cierre el Congreso, voy a pedir que se descuente el día a los que falten”, advirtió la jefa del bloque renovador, Graciela Camaño, una de las impulsoras de la sesión. Con las bancadas del Frente para la Victoria, que lidera Agustín Rossi, y del peronismo federal, de Pablo Kosiner, suman 114 legisladores. Se sumarían otros 10 diputados de Red por Argentina, los ex massistas y evitistas que lidera Felipe Solá, 4 puntanos y 3 del Frente de Izquierda. Si no hay ausencias ya superarían los 130 legisladores. Hay dudas porque muchos están enfrascados con las elecciones en sus distritos. Pero lo que pase el jueves será también un termómetro de la pelea política nacional en el año electoral.
Agustín Rossi con Graciela Camaño.
Cambiemos entraría en caso de haber quórum al recinto. Como ninguno de los proyectos tiene dictamen, necesitarían dos tercios de los votos para tratarlos sobre tablas. El oficialismo planteará la necesidad de dar el debate en comisiones. Tendría que argumentar contra un caballito de batalla de la sesión especial: hay dos proyectos para plasmar en una ley el reciente fallo de la Corte Suprema que eximió a los jubilados del pago de Ganancias. Uno es de la massista Mirta Tundis y otro de la camporista Luana Volnovich, que además propone un bono anual para jubilados y pensionados.
Cambiemos tendrá este miércoles a las 20 su primera reunión de interbloque, para cerrar su estrategia. La encabezara su jefe, el radical Mario Negri, absorbido en el último tiempo por la pelea por la gobernación de Córdoba, en la que terminará compitiendo contra otro radical, Ramón Mestre. En la reunión habrá un homenaje a Raúl Alfonsín, a diez años de su muerte.
Pablo Kosiner, jefe de la bancada del PJ Federal.
Si el jueves no hubiera quórum el oficialismo tendría cierto alivio. Si fracasa la sesión especial, igual se habilitan expresiones “en minoría”. La oposición quiere que Diputados sea caja de resonancia de sus críticas al Gobierno. Allí tiene para elegir entre 33 proyectos, una batería de temas “tóxicos” para la Casa Rosada: poner límites a la suba de tarifas; una declaración de emergencia alimentaria; becas para estudiantes universitarios y terciarios; boleto escolar gratuito; una decena de iniciativas sobre violencia de género y otras seis relativos al conflicto de Fabricaciones Militares buscando, entre otras cosas, la reincorporación de los empleados despedidos.
Todo en un clima de puentes rotos entre oficialismo y oposición y con los principales negociadores de Cambiemos de salida del Gobierno: el presidente de la Cámara, Emilio Monzó, y el jefe de la bancada Pro, Nicolás Massot. Diputados -también el Senado- aparecen más que trabados para funcionar en el año electoral. La Cámara baja igual sesionaría el próximo 10 de abril para recibir el informe de gestión del jefe de Gabinete, Marcos Peña.
