“No puedo decir mucho porque estamos haciendo un nuevo sumario administrativo y, al ser el que decida la sanción, no debo hacer declaraciones sobre el caso en particular. Sí estoy en condiciones de afirmar que en la fuerza no se tolerarán este tipo de situaciones”, aseguró Manuel Bernachi, jefe de Policía.
La Justicia decidió abrir causas en contra de los carceleros de la ex Brigada de Investigaciones. La fiscal Adriana Giannoni recibió una insólita denuncia. Familiares de un testigo clave de un homicidio, que estaba detenido por un robo en la Seccional 4ª, se presentaron en Tribunales para denunciar que estaba recibiendo mensajes del supuesto autor del crimen, que estaba privado de su libertad en la Alcaldía del edificio que está ubicado en Junín al 800. Ordenó un allanamiento y secuestró al menos una docena de teléfonos.
El viernes se presentó la madre del joven que envió el mensaje y aclaró que no se trataban de amenazas, sino de pruebas que servirían para demostrar la inocencia de su hijo.
Los peritos, previa autorización judicial, analizaron los contenidos de los teléfonos y descubrieron varios mensajes que servirían para demostrar irregularidades. Según confiaron fuentes judiciales, los carceleros podrían haber recibido dinero para tener celulares en los calabozos; brindar un trato diferencial a los detenidos; evitar su traslado al penal de Villa Urquiza y protección. Giannoni se inhibió y le remitió la causa a su par Mariana Rivadeneira.
Bernachi confirmó que ya se había iniciado un sumario administrativo porque los presos tenían en su poder los aparatos incautados. “Pero ahora se profundizará más la investigación al personal, más allá de las acciones que decida tomar la Justicia”, concluyó el Jefe de Policía.
