Crece la preocupación ante la posible reedición de la 125 como ocurrió en el año 2008. Aquella vez, el proyecto de ley que se refería a la posibilidad de implementar retenciones móviles a la soja, produjo un antes y un después en la Argentina. Y es que fue el momento en el que nació una grieta entre la sociedad en torno a un gobierno, como el de Cristina Kirchner, que apuntaba a quedarse con una buena parte de los ingresos de los productores agropecuarios.
No son pocos los analistas políticos que por estas horas alertan sobre la posibilidad de que algo así se reedite este año. La diferencia sería que ahora el huevo de la serpiente pasa por el mentado proyecto de reforma judicial que el Poder Ejecutivo se apresta a enviar al Congreso de la Nación en los próximos días para su rápida aprobación en el Senado. Y es que la iniciativa supondría la impunidad para Cristina Kirchner, sus hijos y ex funcionarios en causas de corrupción.
En ese marco, la impresionante y masiva movilización que tuvo lugar durante el feriado del lunes 17 de agosto, debió haber sido un aviso de alarma para el Gobierno nacional. Cientos de miles de personas salieron a las calles a pesar de que la Argentina atraviesa el peor momento de la pandemia mundial de coronavirus. Y es que la sociedad no se resigna a permanecer en sus casas mientras que considere que la República está en peligro.
¿Y cómo responde el oficialismo? Pues redoblando la apuesta. En ese sentido, en el día de hoy, de no ocurrir ningún problema de último momento, el kirchnerismo impondrá su mayoría en las comisiones de Asuntos Constitucionales y de Justicia del Senado para firmar el dictamen que ya tiene en su escritorio la vicepresidenta y titular de la Cámara alta del Congreso, Cristina Kirchner. Este no es un hecho menor de cara a lo que vendrá.
Y es que el proyecto de reforma judicial quedará, de este modo, en condiciones de ser tratado la semana próxima en el recinto de la Cámara alta. Esto, a su vez, significa que obtendría media sanción debido a que el oficialismo posee una holgada mayoría en el Senado. De esta manera, quedaría a un paso de convertirse en ley, en el caso de que luego la Cámara baja de Diputados dé el visto bueno a lo girado desde el Senado.
Si bien es cierto que no es seguro que el Gobierno obtenga el voto de la mayoría necesaria en Diputados, lo que está claro es que el oficialismo está decidido a incrementar la provocación hacia gran parte de la sociedad y de la opinión pública que se manifestó en contra de que la Justicia se convierta en una especie de secretaría del Poder Ejecutivo y termine de perder la poca independencia que todavía conserva a pesar de todo. Los próximos días serán claves para evaluar si Argentina aprendió de sus propios errores del pasado, o si, por el contrario, está dispuesta a reeditar un conflicto como el de la 125. Lo cual, no haría más que ahondar las diferencias de una sociedad ya de por sí polarizada, generando un quiebre social de insospechadas consecuencias. La clase política en su conjunto, afrontará los días más difíciles, mientras la población asistirá expectante.