“La familia le cerró las puertas. Esa es una gran ventaja para nosotros”, señaló un investigador de la Policía. Ricardo “Ricky” Horacio Puenzo (31 años), desde el jueves vive en la clandestinidad. Está acusado del transfemicidio de Alejandra Benítez (34).
Fue el segundo caso de estas características que se produce en nuestra provincia y el número 95 a nivel nacional.
El sol no había terminado de salir el jueves por la mañana. Varios disparos alteraron la paz de la zona del ex Provincial. Un joven, después de una breve discusión, disparó sin contemplaciones una pistola nueve milímetros. Las balas le quitaron la vida a una chica trans, que en el peligroso mundo de la noche y de la prostitución, era conocida como Alejandra Power. También fue herido Diego Mercado (34), que terminó internado en el Centro de Salud.
De día, Alejandra era una reconocida militante que luchaba por sus compañeras. Ella era la que recolectaba alimentos para entregárselos a las otras chicas que, por la pandemia, se habían quedado sin poder trabajar. Alejandra fue una de las chicas que lloró de la emoción cuando el Concejo Deliberante aprobó el cupo laboral trans en la municipal capitalina. Pero la mataron antes de comprobar con sus propios ojos que su sueño se había hecho realidad. Creció en La Costanera y, con el tiempo, decidió irse a vivir con sus amigos al lugar donde fue acribillada.
Otra realidad
Ricky Puenzo es la contracara. Nació en Salta, en el seno de una familia tradicional, de buena posición económica y reconocida, cuya cabeza había tenido un paso por el Ejército. Como ocurre con muchos jóvenes que nacen en esas tierras, viajó a Tucumán para seguir sus estudios universitarios. Pero no le fue bien. Se dedicó a los negocios. Compraba y vendía autos y motos. También le gustaba la noche, de la que se había enamorado en sus tiempos de estudiante. “No había día en que no saliera”, dio Laura, una vecina.
En la comunidad trans también era reconocido. Las chicas lo conocían como “Ricky”, un cliente habitual que las pasaba a buscar en autos lujosos. “Un tiempo andaba en un mini Cooper y con eso nos llevaba. Era un chico muy extraño. A veces estaba simpático y a veces, enojado. Otras veces era un dulce, pero, en algunas ocasiones, de la nada se ponía muy violento. Tenía muchos problemas ese chico”, contó Luna, una las chicas a las que solía buscar en su parada de avenida Roca.
“Cuando vos le preguntabas de su familia se ponía como loco”, agregó. “Pero se ve que tenía plata, porque nunca andaba sin una. Te pagaba y a veces te daba una buena propina o te regalaba unos ‘porros’”, aseguró Luna en una entrevista.
“Ricky” vivía en un departamento que estaba instalado en la parte alta de una guardería (con capacidad para estacionar 80 autos) ubicada en La Rioja al 700, donde personal de Homicidios, al mando de los comisarios Jorge Dib, Diego Bernachi y Juana Estequiño lo fueron a buscar. Los vecinos de la zona no tienen un muy buen recuerdo de él. “Era una persona que parecía estar peleada con la vida. Trataba mal a todo el mundo y se molestaba mucho cuando alguien le hacía un planteo. Era de buscar líos”, indicó Mario Jiménez.
Una joven profesional, que sólo se identificó como Laura, dijo que estaba de novio con una chica que lo dejó porque era muy violento. “Había noches en la que todo el vecindario se despertaba por sus peleas. Era evidente que la chica sufría de violencia de género. Una vez hasta la Policía tuvo que intervenir. Después de ese incidente, a ella no la volví a ver más”, relató.
Los investigadores también lo buscaron en la casa de un hermano que vive en Yerba Buena. Tampoco lo encontraron. Pero allí encontraron armas de fuego (una pistola nueve milímetros y un rifle) y conocieron algunos de los aspectos de la vida del salteño. Sus familiares lo habrían calificado como un chico “problemático”.
La investigación
El caso, que es investigado por el fiscal Carlos Sale, parece estar bien encaminado. Las imágenes captadas por las cámaras de seguridad de particulares de la zona, el testimonio del amigo de Alejandra que sobrevivió al ataque y la declaración de una chica trans permitieron sostener la acusación en contra de Puenzo.
La compañera de la víctima dijo que el sospechoso, a bordo de un Ford K, se presentó en su parada. Le mostró un arma y le dijo que era Policía. La invitó a dar una vuelta en el auto, pero se dio cuenta de que tenía una rueda pinchada. Le dijo que lo esperara porque iría a buscar una moto. Nunca más volvió. Fue a buscar a Alejandra, que estaba a las pocas cuadras. Los pesquisas creen que “Ricky” la mató. La razón habría sido que ella se habría negado a mantener relaciones con él. Las palabras de la testigo coinciden con las imágenes que registraron las cámaras de seguridad de la zona. La Policía ya secuestró el auto y la moto en la que se movilizó esa noche.
“Ese es el triste final que tienen muchas de las chicas porque se ven obligadas a ejercer la prostitución porque toda la sociedad las discrimina”, explicó Laura Moreira, la hermana de Cynthia, cuyo crimen aún está impune. “La violencia, la trata y la droga son un cóctel muy peligroso al que están expuestas por trabajar en la calle. El Estado y los tucumanos no pueden seguir mirando para otro lado”, concluyó.
Manifestación en la plaza: las compañeras de la víctima se movilizarán hoy exigiendo justicia
“No vamos a permitir que este transfemicidio quede en la nada como ocurrió con otros en la provincia”, aseguró Laura Moreira al realizar la convocatoria de una marcha que se desarrollará hoy a las 10.30 en la plaza Independencia.
“No han pasado dos meses del crimen de Vanesa (Rótolo) y ahora mataron de una manera cruel a Alejandra (Benítez). Les pedimos a todas las organizaciones que nos acompañen en esta manifestación. Este pedido es el de todas las chicas”, agregó la referente en un video que se viralizó el fin de semana.
“El dolor de la familia de la víctima es indescriptible. Ya son varias las que pasaron por la misma situación y no se puede tolerar tanto dolor. Todos debemos reaccionar con lo que está pasando en nuestra provincia”, añadió.
Moreira informó que han recibido muestra de adhesiones de organizaciones trans de Salta, Jujuy y Rosario. “La violencia contra las chicas está en todo el país y no sólo en Tucumán. Es una problemática que requiere una rápida intervención para que se encuentren las soluciones de manera urgente”, concluyó.
La referente, que es conocida en el ambiente por la lucha que realiza para lograr el esclarecimiento del crimen de su hermana Cynthia, apuntó además que el verdadero problema es que las chicas trans no consiguen trabajo digno. “Para poder subsistir, más allá de los módulos alimentarios que aporta Desarrollo Social y el legislador Gonzalo Monteros, necesitan salir a ejercer la prostitución en la calle. Allí están rodeadas de peligros, como la violencia de algunos clientes, la pelea por el territorio que utilizan para trabajar y por cuestiones de drogas. Las autoridades deben darse cuenta de esta grave situación”, concluyó.