Cada vez son más las empresas que solicitan la convocatoria de acreedores porque no puede hacerle frente al pago de sus deudas de corto plazo. La historia se repite en todos los rubros, desde el sector supermercadista, pasando por indumentaria, calzado, electrodomésticos y hasta la industria.
En la práctica esto es tangible y real porque según el último informe de Estabilidad Financiera que publica el BCRA se triplicó la probabilidad de default en las Empresas durante los últimos dos trimestres.
Básicamente la probabilidad de default, representa la proporción de los créditos que estando inicialmente en situación crediticia 1 y 2 (regulares) pasan a encontrarse en situación 3, 4, 5 y 6 (irregulares) al final del trimestre.
“La lenta reactivación económica que se espera para los próximos meses, sumado a las altas tasas de interés y teniendo en cuenta que los bancos recalifican a sus deudores con cierto rezago haría suponer que esta tendencia continuaría en el corto plazo”, explicó Augusto Quiñones, analista de First Capital Group. Solo esta semana se sumó a la lista de empresas en crisis la firma que en la Argentina comercializa las tradicionales agendas Citanova y el portal de comercio electrónico dedicado a electro Necxus. Ambos solicitaron ante la Justicia comercial la apertura del concurso de acreedores.
Por supuesto que el complejo panorama económico afecta a todas las firmas, más allá de su tamaño o nivel de facturación. Incluso, en las grandes compañías el escenario puede ser aún más complicado porque antes de la suba de tasas de interés habían tomado deuda en dólares para concretar inversiones, tal es el caso de Molinos Cañuelas, líder en la molienda de trigo local y que llega con sus productos a las góndolas locales. Durante el segundo semestre del año pasado salió a reestructurar su abultada deuda que en ese entonces ascendía a más de u$s760 millones. Con el correr de los meses logró un acuerdo parcial con sus acreedores pero la situación sigue siendo al menos difícil para este empresa que tiene 21 plantas productivas en la Argentina.
Musimundo (uno de sus dueños la empresa Carsa) es otra grande que entró en convocatoria de acreedores, reestructuró deuda y cerró una veintena de locales con el objetivo de achicar su estructura para recuperar la rentabilidad perdida. Todo parecía encaminado pero semanas atrás incumplió el pago de intereses de una de sus Obligaciones Negociables.
Las empresas de indumentaria fueron otras de las castigadas: algunos casos puntuales que sucedieron entre el 2018 y lo que va de este año fueron AY Not Dead, Ayres, Cook, Wanama y Legacy.
En este contexto, el informe elaborado por First Capital Group explica que en cuanto a las financiaciones según la situación de los distintos deudores del sector privado, en marzo de 2018 el 98,5% de las empresas se encontraba en Situación 1 (Situación Regular) y 1,5% en Situación de 2 a 6 (Situación Irregular o Morosa). Para marzo de este año, producto del estrechamiento en los canales de financiamiento a las empresas y el enfriamiento de la economía, el porcentaje en Situación Irregular mostró un crecimiento de hasta el 5%. En el sector de las compañías, el dato de mayor relevancia es que los deudores en Situación de 3 a 6 (con incumplimientos de mayores plazos) aumentaron de 1% a 3,8% en el último año.
Otras tantas empresas también en los últimos meses solicitaron a la justicia la apertura de un Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC) y esto está lejos de una cesación de pagos sino más bien que el objetivo es concretar el achique de su plantilla de empleados o reestructurar algún segmento de su negocio.
A esta lista se sumaron Grimoldi, Lácteos Verónica, laboratorio Elea, Ribeiro y la aceitera Viluco, entre tantas otras.