Doble o nada. Doble nueve.Lionel Scaloni va perdiendo sobre el paño de esta Copa América, que sabía de antemano que iba a recibir a una Selección argentina distinta, en formación, renovada, pero que jamás imaginó que estuviera a punto de perderla tan tempranamente. Las fichas jugadas hasta el momento por el entrenador celeste y blanco fueron barridas de la mesa de a una y sin piedad.
No fueron ganadoras las movidas del oriundo de Pujato hasta ahora y casi con los bolsillos y las manos vacías sólo le queda redoblar la apuesta este domingo ante Qatar para recuperar lo perdido, para salvarse de una eliminación histórica y poder ser parte de la próxima partida en cuartos, esa a la que acceden los ocho mejores. La buena: depende de sí.
¡Doble o nada! Es el grito agónico de Scaloni en Porto Alegre. Y hará su apuesta final en el grupo B, que muestra al conjunto nacional en el último lugar con una derrota ante Colombia (2-0) y un empate con Paraguay (1-1), con dos centrodelanteros juntos desde el arranque más Lionel Messi. La dinamita no explotó en el ataque argentino y hasta aquí vino fallada. Solamente un gol hizo la Selección en esta competencia: el penal que convirtió Messi tras la correcta intervención del VAR en el Mineirao de Belo Horizonte ante los paraguayos.
El abismo está a un paso y ya sin margen la Argentina buscará a todo o nada esos goles que no aparecen con una dupla inédita desde el inicio compuesta por Sergio Agüero y Lautaro Martínez. Fueron 21 los minutos que coincidieron en el campo contra Paraguay. Y ahí se vio un equipo que arriba tuvo otra impronta: más agresiva, más dinámica, con un Messi más acompañado cerca del área. Hubo mayor llegada al arco rival y se consiguió generar la jugada de la igualdad.
El 10 se encargó de remarcarlo después: “Siempre para nosotros es mejor tener más gente arriba, en el área”. También señaló que, al mismo tiempo, “hay que buscar el equilibrio” para no sufrir de contraataque. Scaloni recogió el guante. Y utilizará el tridente que luego desarmó al sacar a Martínez, quien había sufrido un fuerte golpe en la zona lumbar, más allá de que el del Inter pretendía continuar jugando.
La fórmula tiene toda una historia de resistencia en la Selección. El debate de jugar con dos tanques de área tuvo su momento más álgido en la era de Marcelo Bielsa, cuando el Locosostuvo hasta el final su pensamiento de no juntar a Gabriel Batistuta con Hernán Crespo como titulares. “Deberían jugar uno atrás del otro o uno al costado del otro y ninguna de las dos versiones me parecen las mejores”, era el argumento de Bielsa, que no dio el brazo a torcer pese al clamor del periodismo y de la opinión pública. De hecho, en el fatídico Mundial de Corea-Japón 2002 en los tres partidos del grupo (Nigeria, Inglaterra y Suecia) Crespo entró por el Bati. Ojo, antes, Daniel Passarella tampoco lo hizo.
La mayoría de los entrenadores optaron siempre por tres delanteros, con un nueve y dos extremos, como era el caso de Gerardo Martino, quien fue rotando entre Gonzalo Higuaín y Agüero. Uno u otro solía ser. Y cuando los ponía juntos ubicaba al Kun a espaldas del Pipa en un esquema 4-2-3-1. Alejandro Sabella fue quien más juntó a Agüero e Higuaín en las Eliminatorias y en el Mundial de 2014, casi siempre conformando un tridente junto a Messi. Y aquellos técnicos que prefirieron poner dos puntas se inclinaron por plantear uno por adentro y otro por afuera.
La ubicación de las piezas sobre el césped del Arena do Gremio se verá recién en el momento en que el árbitro chileno Julio Bascuñán pite el inicio a las 16. Leo podría comenzar recostado sobre la derecha y Lautaro sobre la otra punta, con el Kun por el centro y así formar un tridente. O bien, Messi de enganche y los dos delanteros dentro del área (4-3-1-2) con la idea de arrastrar marcas, moverse a los espacios, preocupar más a la defensa qatarí. Doble nueve: doble demanda de preocupación para los rivales.
Los goles los tienen ahí, en algún lado. Lautaro Martínez es el máximo artillero con Scaloni, con cuatro gritos en ocho partidos. Y en el Inter hizo ocho en los 32 encuentros que disputó en total en la temporada, de los cuales fue titular en 14. Y el Kun es el tercer máximo goleador de la historia de la Selección, con 39 anotaciones. En Manchester City viene de tener un año top: hizo 32 goles en 46 presentaciones.
Antes de viajar a Brasil, e inclusive después del debut con derrota en Salvador de Bahía, Scaloni no tenía en mente juntarlos de movida. Para el técnico argentino Lautaro llegaba como el reemplazante natural de Agüero. Así fue contra Colombia. Y se dio vuelta la cuestión ante Paraguay. Ahora, adelante del paño verde de las apuestas perdidas, el DT tira su última ficha, la del doble nueve, la del doble o nada. La de los goles, el triunfo y la clasificación o la de la vuelta anticipada a Buenos Aires, otra enorme frustración y su cargo en jaque.
Porto Alegre. Enviado especial.
JCh.