Comienza este lunes la que promete ser una semana clave. Y es que, durante el transcurso de la misma, comenzará a definirse el futuro de la República. Esto se debe a que el jueves se tratará en el Senado el polémico proyecto de ley de la reforma judicial. El mismo, obtuvo dictamen la semana pasada, por lo que quedó listo para comenzar a ser tratado. Todo indica que la Cámara alta le daría media sanción, teniendo en cuenta la mayoría kirchnerista.
Para ese día también, está prevista una nueva movilización de buena parte de la ciudadanía para manifestarse en contra de esta reforma. La misma, comenzó a ser motorizada apenas se conoció que el proyecto de ley obtuvo dictamen en el Senado. De esta manera, la tensión social parece ir en aumento de cara a jugarse en las calles la preservación de las instituciones, sobre todo, del Poder Judicial en aras de que mantenga su independencia.
Y es que no pasó desapercibida la intención de buena parte del oficialismo de, incluso, introducir una cláusula en uno de los artículos en el dictamen que fue aprobado, que establecía una especie de censura a los medios de comunicación. Y es que la postura del oficialismo pasa por evitar que el periodismo independiente informe acerca de la actuación de los jueces en aquellos casos en los que se investiga la corrupción del poder político.
A esto, se suman las declaraciones que durante el transcurso de la semana pasada realizaron varios funcionarios y dirigentes caracterizados del kirchnerismo. En ese sentido, no cayó nada bien a la opinión pública el trato que le dispensaron representantes del oficialismo. Y es que se trató a la gente de irresponsables en medio de la pandemia de coronavirus. Pero también, se los considero una especie de masa psiquiátrica que tiene problemas mentales.
[su_note note_color=”#0A8C06″ text_color=”#ffffff” radius=”10″ class=””]Todo parece indicar que el Gobierno nacional está jugando con fuego. Tal vez, esto se debe porque se sienta presionado por una ciudadanía consciente de lo que se está jugando el país. Y es que, de aprobarse la reforma judicial, significaría la institucionalización de la impunidad para Cristina Kirchner, así como también de varios ex funcionarios que fueron investigados y hasta condenados por su participación en actos de corrupción.[/su_note]
Teniendo en cuenta que es casi segura la media sanción de la reforma judicial en el Senado, la batalla política final se librará en la Cámara baja. Así, los diputados nacionales, representantes del pueblo según lo establece la mismísima Constitución Nacional, serán los encargados de decidir el futuro del país. En ese marco, todo indicaría que se le hará muy difícil al kirchnerismo obtener los votos necesarios para lograr salirse con la suya.
Y es que, a la fecha, son varios los diputados considerados neutrales que están siendo llamados a no sólo votar en contra del proyecto de ley. Sino que también, son instados a no dar quórum en el momento en el que se trate esta normativa. Y es que la existencia del quórum le bastaría al oficialismo para tener chances reales de lograr aprobar la reforma judicial. En los próximos días, veremos qué pesa más en la balanza, los intereses personales o la República.
