En julio del año pasado, la jueza Gigy Traynor dictaminó la quiebra de la constructora investigada por diversos delitos investigados en el fuero penal: lavado de dinero, facturación apócrifa, retención indebida de aportes, defraudación al Estado, entre los más representativos.
Durante doce años, el único cliente que tuvo Austral Construcciones fue el Gobierno nacional. En la actualidad, el Tribunal Oral Federal 2 (TOF 2) está juzgado a Cristina Kirchner por direccionar la obra pública vial a favor del “amigo presidencial”, según calificó la Justicia.
Sin la ex Presidenta en el Gobierno, la firma no percibió más fondos en concepto de certificación de obras, sumado a la detención de su dueño en una causa por lavado de dinero. Según investigó ese expediente, Austral Construcciones fue el vehículo para el blanqueo de 60 millones de dólares desde 2010 a 2013.
Entonces, inactiva, con 5.000 despidos masivos y sin los ingresos que garantizaba el Estado Nacional, la constructora fue a la quiebra. La jueza Gigy Traynor dictaminó que existía una gran masa de acreedores, y este 27 de junio concluirá ese proceso.
En ese marco le dio viabilidad a diferentes subastas de varias propiedades de la empresa y de su dueño, Lázaro Báez. Todos los remates estuvieron a cargo de la Dirección de Subastas Judiciales que depende de la Corte Suprema de Justicia.
El 19 de junio, confirmaron fuentes judiciales a Clarín, se remataron 24 departamentos ubicados en Coghlan, muchos de ellos con cochera y otros sin la misma. La subasta fue exitosa y se vendieron la totalidad de los inmuebles por encima de su valor base que se había fijado en 73.000 dólares 99.000, 120.000 y 130.000 dólares como máximo.
También fue subastado un edificio ubicado sobre Panamericana kilómetro 49,5, en Pilar, tasado en 5,05 millones de dólares. Pero como en este caso no hubo oferentes, se fijará una nueva fecha de remate con un valor base inferior, que rondará los 3.8 millones de dólares, según supo Clarín.
En el barrio de Belgrano, en la calle Franklin Roosevelt al 1700, también se encuentran dos importantes propiedades que pertenecieron al empresario K, con un valor de base de 145.000 y de 98.000 dólares, según el edicto publicado en el Boletín Oficial.
Otra subasta que se realizó el 21 de junio incluyó los autos de colección que Lázaro Báez tenían escondidos en un galpón en Río Gallegos. En la actualidad y por orden judicial se encuentran en resguardo de un galpón en el aeropuerto de la capital santacruceña y fueron todos a remate.
La orden judicial indicó que los vehículos “evidencian muy buen estado de conservación exterior. Las baterías se encuentran descargadas por el paso del tiempo”. La subasta se realizó en “dólares, al contado y al mejor postor”.
Los precios base -sin IVA- fueron: para un Audi RS5 4.2 FSI Quattro Coupé (2013), 41.000 dólares; un Porsche Cayenne Turbo (2011) 38.000 dólares; una camioneta Ford F-250 King Ranch (2007) a 24.000 dólares; una Land Rover Defender 110 SW 2.4 S (2008) a 19.000 dólares”.
De estos vehículos, lograron venderse solo dos. A los restantes se les bajará el valor de base y se fijará una nueva fecha de remate.
La pérdida de bienes para Lázaro Báez no concluyó con estos remates. La Justicia comercial trabaja en uno hasta más simbólico: el predio de Austral Construcciones en Río Gallegos. Este predio emplazado sobe la Ruta Nacional 3, la misma que la empresa pavimentó gracias a una Licitación del Gobierno nacional fue valuado por el Tribunal de Tasación en 151 millones de pesos. La sindicatura de la quiebra ya trabaja en la documentación correspondiente, y ese remate será una de las próximas medidas que adopte la magistrada.