Este jueves tendrá lugar en la Legislatura provincial un hecho que puede comenzar a delinear lo que será el futuro del Partido Justicialista en Tucumán. Y es que el titular de la Cámara legislativa y también vicegobernador, Osvaldo Jaldo, presidirá la sesión de hoy luego de que se produjera un sisma dentro del peronismo local en el marco de lo que fue hace algunas semanas la elección del Defensor del Pueblo.
Pero, además, será la aparición de Jaldo luego de que se contagiara de coronavirus, al punto de que tuvo que ser internado en el Centro de Salud. En ese marco, existe una gran expectativa por lo que el presidente de la Legislatura pueda decir hoy cuando presida la sesión. Y es que el mundo de la política, incluso nacional, se pregunta qué camino elegirá el vicegobernador teniendo en cuenta lo que será el futuro del PJ.
Incluso, trascendió que hasta el nuevo titular del Partido Justicialista a nivel nacional, el presidente Alberto Fernández, seguirá de cerca el discurso de Osvaldo Jaldo para saber si tiene que preocuparse por la posibilidad de que la división en el peronismo sea tal, que las elecciones parlamentarias de este año puedan correr riesgo para el oficialismo nacional a la hora de asegurarse congresistas.
En ese sentido, lo que todos se preguntan por estas horas es qué decidirá hacer el vicegobernador Jaldo. Y es que, en realidad, no existen más que dos alternativas a grandes rasgos, es decir, o sigue fogoneando la división con el gobernador Juan Manzur o, por el contrario, llegará hoy al recinto parlamentario local y pondrá paños fríos después de todo lo que viene pasando tras la elección de Eduardo “Lalo” Cobos como el nuevo ombudsman.
En caso de que Jaldo decidiera dar rienda suelta a la confrontación con Manzur, se debería tener en cuenta que aquellos dirigentes que tienen responsabilidades institucionales no deberían perder energía en luchas sin sentido, sino que tendrían que enfocarse en llevar soluciones en aquellas dimensiones que son indispensables. Tal es el caso de la seguridad, la salud y la educación en Tucumán.
Pero si, en cambio, Jaldo elige no mezclar lo político partidario con lo institucional, estará contribuyendo a mantener en pie a una provincia que necesita de un Poder Legislativo que, lejos de ponerle palos en la rueda al Poder Ejecutivo, pueda consensuar las leyes necesarias para que la provincia se mantenga de pie en el marco de una pandemia y una crisis económica como pocas veces se han visto.
En definitiva, a partir de hoy se comenzará a develar qué es lo que sucederá con el futuro del Partido Justicialista, por un lado, y aquello que ocurrirá con la institucionalidad en Tucumán, por el otro. Y no sólo a nivel local estará expectante el mundo de la política, también a escala nacional, el peronismo estará alerta acerca de si el vicegobernador decide avanzar con todo o, por el contrario, poner paños fríos a la interna partidaria.
