Eran 13 los convictos del Servicio Penitenciario santafesino que viajaron desde la cárcel de Coronda hasta la Unidad N°3 de Rosario por un acercamiento familiar dispuesto por la Justicia. Pero no todos retornaron al penal. En el camino, a la altura de Granadero Baigorria, algo ocurrió en el interior del micro que los trasladaba y culminó a los tiros, con dos autos y cuatro armas robadas, la fuga de nueve presos y el chofer y un agente herido.
También sobrevuela la sospecha sobre el Servicio Penitenciario. El fiscal de Flagrancia Marcelo Maximino y Asuntos Internos intentan determinar las responsabilidades en lo que sucedió, por eso les iniciaron una causa a los diez agentes involucrados en el traslado “por facilitamiento de evasión”.
Por estas horas, y tras la recaptura de apenas dos de los evadidos, son más de 120 los policías que, junto a la Brigada Aérea, intentan dar con los otros siete presos que se fugaron. Entre ellos, un asesino condenado a 23 años de cárcel: Carlos Dangelo (33).
Los otros seis prófugos fueron identificados como Alejandro Candia, Mariano Cardozo (robo), Alfredo Patricio Rojas y Hugo Peralta (amenazas), y Leandro Cabalie y Alberto Quiroz (homicidio). En tanto, fueron recapturados Nahuel Arce (homicidio) y Diego Sosa (robo).
En principio, se pensó que se había tratado de una emboscada al micro que trasladaba a los presos a la altura del kilómetro 1,5 de la autopista Rosario-Santa Fe. Pero tanto el fiscal Maximino como el ministro de Seguridad de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, deslizaron que los hechos no habrían sido de esa manera.
“La hipótesis de la emboscada no es la más probable”, se despachó el fiscal de la UFI de Flagrancia a cargo del caso. Y acotó un dato que podría dar una explicación más coherente a la teoría que va tomando fuerza entre los investigadores: algo pasó adentro del micro que llevaba a los presos que culminó con la fuga. “Deberían haber estado esposados”, dijo Maximino.
Las palabras del fiscal confirmaría que los 13 presos no iban reducidos como deberían durante el traslado. Angel, un testigo que pasaba por el lugar y vio casi todo lo que sucedió sobre la autopista, contó en diálogo con TN un dato revelador: “Cuando vi que los policías salieron a correr detrás de los presos, me adelanté y uno hacía señas. Cuando me acerqué, me dijo que uno (de los detenidos) tenía gas pimienta”.
Pullaro fue el que agregó más información sobre la teoría que prima por estas horas en la causa. Contó que los presos, después de hacerse de las armas de los penitenciarios, robaron dos autos: un Fiat 147 y un Volkswagen Suran, los coches que, en un principio, se pensó que habían emboscado al micro pero que ahora se sabe que no fue así.
Es más, este miércoles por la tarde las fuentes informaron que “se logró localizar un Fiat 147 en jurisdicción de la Comisaría 30, el cual habría sido robado tras la fuga”. Ahora será peritado como también los celulares de los penitenciarios que fueron sumariados tras el escape en plena autopista.
Mientras tanto, el chofer del micro como algunos agentes que habían recibido heridas menores ya fueron dados de alta. El penitenciario que fue baleado por uno de los presos en el glúteo se recupera en el hospital Heca de Rosario.
Tres asesinos entre los fugados
El ministro Pullaro fue quien confirmó el primer nombre entre los fugados, un condenado a 23 años de cárcel por el crimen de un joyero en Granadero Baigorria.
Uno de los nueve presos que se fugó. Se trata de Carlos Dangelo, condenado a 23 años por un crimen,
Se trata de Carlos Andrés Dangelo, de 33 años, condenado por el homicidio de Edgardo Giménez.
Según pudo saber Clarín, el ministro de Seguridad Pullaro se comunicó con la viuda del joyero para explicarle la situación. Todavía no dieron con él.