Germán Alfaro debería estar agradecido de que la especulación no sea un crimen, de lo contrario, le habrían dado cadena perpetua desde hace mucho tiempo ya. Pero lo que ignora el intendente de San Miguel de Tucumán, es el hecho de que el engaño sí es algo que merece un castigo, al menos social, al menos cuando va dirigido a los ciudadanos que votan creyendo en un candidato que miente.
Es el caso del mandatario municipal que fue noticia a fines de la semana pasada por su postura camaleónica y por jugar a dos puntas. Así como señalamos que podía impostar una sonrisa retorcida idéntica a la del Guasón de Batman, bien podría decirse que, en materia política, encarna un personaje de doble personalidad. Sería una especie de Germán “Dos Caras” Alfaro, alguien que especula tanto como respira.
Y es que, por un lado, coquetea con el gobernador Juan Manzur, pero también pretendería usar nuevamente a Juntos por el Cambio para lograr que su esposa, la diputada nacional Beatriz Ávila, llegue nuevamente al Congreso, esta vez, como senadora nacional. Ahora bien, ¿Por qué harían esto? Sencillamente porque ya le dio buenos resultados al matrimonio político, tanto en el 2015 como en el 2019.
En aquellos años, tanto Beatriz como Germán usaron a este espacio opositor, en primer lugar, para llegar y mantenerse en la Intendencia y, en segundo lugar, para que Ávila llegue a la Cámara baja del Congreso. Pero la oposición pareciera tener memoria de corto plazo, porque se habría olvidado lo que la esposa del intendente les hizo ni bien asumió su banca en Diputados.
Y es que, una vez que Mauricio Macri se convirtiera en el único presidente que perdió una reelección en la historia argentina, Beatriz Ávila cumplió aquella máxima que dice, “cuando un barco se hunde, los primeros en abandonarlo son las ratas”. Fue allí que renunció al bloque parlamentario de Juntos por el Cambio sin la más mínima vergüenza. Parecía que esta coalición aprendería su lección.
Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Y es que hoy por hoy, nuevamente Germán Alfaro, conocido como el “oportunista”, se acerca a Juntos por el Cambio para usar al electorado opositor y para que su esposa pueda mantener su banca en el Congreso, pero esta vez, logrando un meteórico ascenso a la Cámara alta. De esta forma, el intendente podrá sentarse a conversar con el oficialismo provincial en vistas a las elecciones provinciales 2023.
Así es, esa es la jugada maestra que tiene bajo la manga y ocultándosela a todos Germán Alfaro. Quiere erigirse en la máxima figura de la oposición tucumana en franco plan de ver qué puede negociar con el peronismo local de cara a las cruciales elecciones a gobernador del 2023. Y es que, claramente, no tiene límites la ambición del intendente, sumado a la “inocencia” de la oposición de querer sumarlo, a pesar de conocer el cinismo del mandatario capitalino.
¿Acaso puede desconocer Juntos por el Cambio que, una vez más, Germán Alfaro volvería a traicionarlos con su esposa y se sentará a negociar con el peronismo? ¿Acaso la coalición opositora permitirá tener entre sus filas a un dirigente que pretende usar a su espacio, pero aun peor, utilizar a los votantes que representa de parte de un canalla como el intendente de San Miguel de Tucumán?
Beatriz Ávila dijo en su momento por medio de las redes sociales que “el Presidente Mauricio Macri que causó la mayor angustia traicionando la esperanza de todo el pueblo argentino y manejó a sus votantes con slogans publicitarios vacíos de contenido, hoy se preocupa por mi relación con nuestros votantes”, dijo cuando el expresidente la calificó de traidora solicitándole que devuelva la banca de Juntos por el Cambio.
“Que se quede tranquilo el Presidente que en mi partido PJS Tucuman hacemos política en la calle, no en Twitter”, había agregado a fines del 2019 la entonces flamante diputada traidora del espacio al que ahora pretende volver con su marido. Justamente, mientras Germán Alfaro se reunía con Juntos por el Cambio, mandó a su mujer a recorrer el sur de la provincia, junto con el legislador provincial Raúl Albarracín y con el intendente de Bella Vista, Sebastián Salazar.
Pero grande fue la sorpresa cuando en el recorrido se la pudo contemplar junto al procesado y elevado a juicio oral por la Justicia Federal, el ex diputado nacional Luis Sacca. Y es que el dirigente radical sería el jefe de campaña de la actual diputada Beatriz Avila, esposa del “oportunista” Alfaro. Cabe recordar que, en el marco de una investigación, el juez federal Fernando Poviña, procesó a Luis Sacca por su desempeño como ex secretario Administrativo de la UNT.
En aquél momento la Justicia determinó que Luis Sacca, entre otros, “infringieron dolosamente sus deberes de garantes de la preservación del patrimonio de la Universidad Nacional de Tucumán e irrogaron un perjuicio millonario al erario”, planteó Poviña en su requerimiento de elevación a juicio. La investigación judicial comenzó en 2010 y se centró en los fondos provenientes de YMAD, integrado por la UNT, Minera La Alumbrera y el Gobierno de Tucumán.
Según la pesquisa, se tratan de $ 340 millones (equivalentes a U$S 85,5 millones, según la cotización de hace diez años). De acuerdo a la Fiscalía Federal, hubo un perjuicio contra la UNT en la disminución del porcentaje de dinero a recibir y en la realización y refacción de obras públicas. Esta calaña de personajes como Luis Sacca, sería ahora quién integra el equipo de campaña de la diputada nacional Beatriz Ávila, esposa del intendente Alfaro.
Esta es la gente que trabajaría con la diputada y el intendente, un procesado que estaría vinculado con Ronald Paradas Parejas, el hermano del asesino de la profesora salteña, Paola Tacacho, quien, a su vez, también estaría relacionado al intendente de la capital, German Alfaro. ¿Esa es la clase de gente que los tucumanos quieren que los represente, tanto a nivel provincial como nacional?
Sin embargo, tiene razón Germán Alfaro cuando asegura que no desea integrar una oposición sólo por el hecho de “repartir cargos”. Y es que el intendente los quiere todos para él solo y su esposa. No sólo aspira a que la diputada encabece la lista de candidatos a senadores, también quiere que dirigentes de su espacio, el PJS formen parte de las mismas. Juntos por el Cambio debe tomar nota que no se trata más que de una emboscada a lo Caballo de Troya.
