One Ocean Expeditions (OOE), compañía de viajes canadiense que organiza diversos itinerarios marítimos en todo el mundo, llegó a la portada del prestigioso diario inglés The Guardian luego de que se difundiera una noticia que involucra a un abogado argentino y al puerto de Buenos Aires.
El pasado 29 de octubre la empresa anunció que comenzaría a reestructurar sus viajes debido a dificultades financieras que atraviesa desde hace más de un año. Dos días más tarde, el buque RCGS RESOLUTE, de bandera portuguesa, no pudo partir desde Buenos Aires hacia la Antártida por una deuda con las empresas petroleras encargadas de abastecer a este y a otros buques de combustible marítimo.
La detención se produjo esta mañana y la efectuó el abogado Francisco Venetucci, especialista en derecho marítimo y representante de las compañías damnificadas. El crucero debía haber partido esta mañana a Ushuaia y luego, desde ahí, hacia la Antártida, en donde cientos de turistas abonaron más de USD 20 mil para vivir una semana de turismo aventura.
“Desafortunadamente, la difícil realidad es que en los últimos meses no hemos estado a la altura de estas altas expectativas que nos fijamos como líderes en la industria de cruceros de expedición. Como resultado del incumplimiento del contrato que sufrimos a principios de este año, nuestra compañía ahora se encuentra en un período difícil de reestructuración”, indicó OOE en Facebook.
“Represento a dos empresas y la deuda viene incrementándose desde enero de este año. Sé que hubo gente que embarcó en Buenos Aires y otros en Ushuaia. El crucero ya fue desafectado para hacer este viaje”, indicó Venetucci a Infobae.
Si bien la empresa cobra el monto mencionado únicamente por vuelos y la expedición a los destinos polares, Infobae pudo constatar que sus deudas alcanzan a contratistas, tripulación y diversos gastos de subsistencia para los viajes. Fundada en 2007, la empresa realizó cientos de viajes de aventura tanto al Ártico como a la Antártida. Dirigida por Andrew Prossin -él firmó el comunicado en la red social-, se comprometió a reembolsar a los pasajeros y a las compañías de reservas por las cuales las personas compraron los lugares.
“En las aguas de la Península Antártica pasamos nuestros días fuera del barco haciendo aterrizajes en tierra en compañía de nuestros guías expertos. Al dividirnos en pequeños grupos de interés especial, descubrimos la Antártida y su notable vida salvaje a través de la fotografía, excursiones del zodiaco, caminatas en tierra y para los más aventureros, campamentos y kayak de mar. Las visitas a cabañas históricas y bases de investigación en funcionamiento agregan otra dimensión al viaje”, promete la venta del viaje en la web oficial de OOE.
Según reveló The Guardian, “hasta hace poco, habían dudado en hablar sobre los salarios no pagados, preocupados de que una quiebra pudiera significar que nunca serían compensados por su trabajo. Pero el viaje recientemente cancelado, y el anuncio de que la compañía está reestructurando, ha provocado preocupaciones de que la compañía pronto podría colapsar sin pagar sus deudas”.
Según los términos de pago vistos por The Guardian, los contratistas debían facturar por el mes trabajado anterior. Se les pagaría el 50% dentro del período de pago de ese mes, y el resto se compensaría “en alrededor de 60 días”. Muchos miembros del personal alegaron que sus usuarios, cuando exigieron los pagos, aparecían bloqueados. Se estima que son más de 100 contratistas, a quienes se les debe decenas de miles de dólares y entre los cuales no han recibido ningún pago o sólo una pequeña parte de lo adeuda.
En un viaje reciente de Escocia a Islandia, los 25 miembros de la tripulación sospecharon que era poco probable que les pagaran por el viaje. Un miembro de la tripulación le indicó al diario inglés: “Todos sabíamos que básicamente estábamos haciendo este viaje gratis. Pero obviamente queríamos que los pasajeros obtuvieran la mejor experiencia posible. Queríamos sonreír y estar felices por ellos“.
Hasta el momento, la compañía con sede en Columbia Británica (Canadá), dialoga con Prefectura Naval Argentina para que el crucero quede en Buenos Aires con el objetivo de solucionar este inconveniente en las próximas horas, evitar los reembolsos y que los turistas puedan viajar.