“Exigen tanto que los chicos se pongan la vacuna, y yo sé que la vacuna la mató a mi hija de tres años, porque mi hija era una niña sana”, manifestó Miryam Suárez a Telefe Tucumán, en medio del dolor por la partida de Ámbar por un paro cardiorrespiratorio. Un hecho que consternó no sólo a nuestra provincia.
Acerca del lamentable episodio, cabe recordar que, en su momento, desde el Ministerio de Salud desmintieron que la muerte de Ámbar fuera a causa de la vacuna Sinopharm. Asimismo, aprovecharon la ocasión para revelar que, supuestamente, la menor ya tenía una cardiopatía de larga data.
“La niña presentó un cuadro de descompensación y un paro cardiorrespiratorio. Se realizan todas las maniobras de reanimación cardiopulmonar avanzadas. Esto implica que además de asegurar la vía aérea y todo lo cardiovascular, se hicieron estudios y se le aplicaron drogas de avanzada para poder reanimarla”.
Al menos, es lo que declaró entonces Miguel Ferre Contreras, del Siprosa. Además, añadió que “después de 50 minutos de intentos infructuosos, se declaró su fallecimiento”. Sea como fuere, nada ni nadie pudo impedir que este luctuoso hecho trascendiera las fronteras y le diera vuelta al mundo.
Y es que, luego de las repercusiones que se sucedieron en todo el país, varios medios gráficos y portales de todo el mundo, entre ellos Rusia, Estados Unidos y China se hicieron eco de la noticia, que generó diferentes opiniones y abrió el debate en torno a la vacunación de menores de tres años.
