Desde Tucumán Despierta, entrevistamos al Dr. Gustavo Morales, quien se refirió esta vez a Fabián Adolfo Fradejas, de quien dijo que es otro de los jueces muy cuestionados que integran el tribunal de la Sala III, entre otras cosas, porque “ralentizó el sumario administrativo del destituido juez de Ejecución Penal, Roberto Eugenio Guyot”. Y es que le asignaron un sumario administrativo en el año 2017 por la muerte de un interno “que queda en evidencia que había denunciado la venta de estupefacientes en el Penal de Villa Urquiza”, dijo el abogado.
A ese interno lo sacan de Villa Urquiza, lo mandan a una comisaría y después vuelve a Villa Urquiza y allí lo matan. El asunto es que en el medio de este asunto, según Gustavo Morales, el interno presenta un hábeas corpus y su esposa pide hablar con el juez Guyot pidiéndole clemencia porque lo iban a matar, pero no apareció Guyot ni tres secretarios, María Nazaret Rodríguez Ponce de León (que ahora está en la Sala III), Fernando Valladares (que está involucrado en el affaire Leiva – Pedicone) y Rafael Molina.
“En definitiva, el juez Guyot debía estar presente en la audiencia del hábeas corpus por el artículo 42 de la ley 6944 que dice que esa audiencia debe ser personalmente presidida por el juez y que no la debe delegar a otro funcionario”, explicó Gustavo Morales. Entonces, durante el transcurso de dos años Fradejas nada hizo al respecto incurriendo en una excesiva demora. Pero luego se sumaron otras denuncias que Gustavo Morales hizo.
Y en las cuales, de acuerdo al abogado, “aparece claro que el juez Guyot en su momento tenía vínculos con el narcotráfico, además de que había favorecido a otros internos vinculados a efectivos policiales”. En se sentido, dijo que a algunos de estos efectivos los tenía en la Brigada de Investigaciones. Además, Gustavo Morales comentó que el juez Guyot utilizaba a otro interno condenado por violación a tres menores para las tareas domésticas, como por ejemplo, lavarle el auto y les hacía mandados a él y a otros funcionarios del Juzgado de Ejecución Penal.
El problema es que a pesar de la contundencia de las pruebas sobre esto presentadas oportunamente por Gustavo Morales, la demora del sumario administrativo de dos años de parte de Fradejas ameritó que el abogado lo denunciara ante la Corte por la tendencia maliciosa de la demora tendiente a beneficiar al juez Guyot, que dejó de ser juez a partir de las denuncias presentadas por Gustavo Morales.
El caso es que en este caso también estaban involucrados los ya mencionados María Nazaret Rodríguez Ponce de León, Fernando Valladares y Rafael Molina, con quienes se reparte la responsabilidad del juez Guyot. En este marco, Gustavo Morales quiso dejar en claro que “Fradejas es un hombre incondicional de Leiva”, justamente, el vocal más cuestionado de la Corte, según agregó el abogado.
En el per saltum que interpone la defensa del entonces juez Pedicone contra el juez del máximo tribunal, Fradejas falla en su contra y, por lo tanto, en favor de Leiva cuando debió haberse inhibido a raíz del vínculo que los une, declaró Gustavo Morales, más allá del error técnico de la defensa de no haberlo recusado, a raíz de falta de imparcialidad de Fradejas, quien de todas formas no queda eximido del hecho de que debió haberse inhibido por sí mismo como era su obligación.
“Leiva tiene dos hombres de extrema confianza en el Poder Judicial. Uno es Andrés Garmendia, que fue quien inició el escándalo de la causa entre Leiva y Pedicone en su calidad de relator y el otro es Fabián Adolfo Fradejas”, dejó en claro Gustavo Morales. Incluso, mencionó que Leiva trajo consigo su personal que ahora trabaja en Digitalización antes se desempeñaba en la Casa de Gobierno.
“El verdadero poder de la Corte lo tiene Antonio Daniel Estofán desde el año 2009, al menos el que tiene más poder. Y en el reparto del poder, Estofán se queda con los Juzgados de Paz y Leiva con la digitalización y la tienen ahí como silbando bajito a Eleonora Rodríguez Campos”, describió Gustavo Morales a la hora de intentar explicar el tipo de esquema que existe en la Justicia para dar cuenta del porqué se encuentran ocupando lugares estratégicos los personajes anteriormente mencionados.
En esa línea, agregó que el esquema de poder descripto a sus integrantes “les garantizan, por un lado información privilegiada y por otro lado una vaya de contención que los lleva a trabajar con relativa tranquilidad sabiendo que van a quedar impunes sus comportamientos”. Es por ello que Gustavo Morales dijo que hay que prestarle muchísima atención a la conformación de la Sala III y actuar como corresponde. De hecho, el abogado dijo que a la luz de lo revelado, analizará la posibilidad de pedir el juicio político a los tres miembros que la integran.
“Es un descrédito para la judicatura tener un tribunal altísimamente cuestionado como la Sala III pero que sólo se entiende si se conoce la lógica del poder de los integrantes de la Corte”. Al respecto, mencionó que en noviembre se elegirá un nuevo presidente en el máximo tribunal y Gustavo Morales dijo que es muy probable que sea Leiva, considerando, según estimó, al desgaste que viene padeciendo la actual titular de la Corte, Claudia Sbdar.
Sobre quien Gustavo Morales dijo que está de licencia y vuelve recién dentro de dos lunes, pero antes ascendió a toda gente relacionada con Estofán. “Esto quiere decir que la presidenta de la Corte es una figura decorativa”. Entre quienes pidieron ser ascendidos, de acuerdo al abogado, se encuentra Diego Martín Berretta, quien es otro hombre de Estofán. “Entonces, no está la presidenta de la Corte y ya tienen garantizado los tres votos: el de Estofán, el de Leiva y el de Eleonora Rodríguez Campos”, analizó Gustavo Morales.
Lo que hace que Posse vote acompañando o quede en disidencia, por lo que Morales se preguntó “la presidenta de la Corte, ¿es o se hace?”. Y es que, para finalizar, el abogado insistió en el hecho de que “está claro que quien tiene el poder real es Estofán y quien le va en saga es Leiva. Y después, vienen los hombres de confianza de él que son Andrés Garmendia y Fabián Adolfo Fradejas”.