Tres de los ocho detenidos que se fugaron el viernes de la Seccional Novena, fueron recapturados pocas horas después y llevados ante la Justicia, en una audiencia en la que se quejaron de las condiciones del encierro y acusaron a uno de los policías de esa dependencia, de haber cobrado dinero para pasar la sierra con la que se limaron os barrotes del ventiluz por el que se escaparon.
César Rolando Salvatierra, (42), José Juan Pera (28) y Roberto Shijke (32), permanecían alojados en el arresto de la comisaría ubicada en barrio Diza, a la espera de su traslado al atestado penal de Villa Urquiza, ya que los tres recibieron condenas de cumplimiento efectivo.
Fue el primero quien expuso las condiciones del arresto al decir que “ojalá que ningún otro privado de la libertad lo manden a ese calabozo. Es una pocilga y encima te verduguean todo el tiempo”, afirmación que fue secundada por sus compañeros de fuga.
Para reforzar la denuncia, el defensor oficial Patricio Juárez Chicco mostró imágenes tomadas en el calabozo de la seccional, donde se ve que hay una sóla letrina para los veinticinco reos, trancada y rodeada de paredes en las que se observan restos de materia fecal.
Los evadidos recapturados agregaron que por el hacinamiento y la falta de higiene, ya que no cuentan con agua para bañarse, sufren de enfermedades cutaneas, ronchas en la piel, y que los guardias los maltratan cuando se quejan de esa situación o piden atención médica.
El juez Dante Ibáñez, que presidió la audiencia, admitió lo expuesto afirmando que es indigno el trato que reciben los detenidos, y recordando el Habeas Corpus que los fiscales Adriana Giannoni y Diego López Ávila presentaron en su momento ante la Corte Suprema por el mismo tema.
“Me eligieron para que hiciera una investigación y comprobé cada una de sus palabras. Lamentablemente, tengo que decir que nada se hizo para cambiar esta espantosa situación”, aseguró el magistrado antes de escuchar una dura advertencia de uno de los acusados.
Juan Pera clamó a los gritos: “Su señoría, le pido por favor que no nos mande vuelta ahí. Nos dijeron que nos volverían a golpear si es que contábamos algo. Si usted me manda ahí de vuelta, me voy a matar”, luego de que Shijke mostrara las marcas de los golpes que les dieron cuando fueron recapturados.
El magistrado intentó calmarlo afirmando que no volverían a ese lugar de detención. Al final les aplicó una prisión preventiva de 20 días por la evasión, pero también ordenó que se instruya una investigación contra los policías, sobre las denuncias de apremios ilegales y por haber facilitado la fuga.