Ayer lunes, el presidente de la Unión de Rugby de Tucumán (URT), Héctor Corbalán Costilla, se expidió acerca de la batalla campal protagonizada por rugbistas juveniles de la división M-16 de los clubes Tarcos y Lince. En una entrevista radial, el dirigente se mostró consternado y adelantó sanciones tanto para los chicos como para los padres por los hechos que circularon por los teléfonos celulares de miles de tucumanos.
“Cuando sucedieron los hechos, a los 15 minutos ya tenía el video, era una sensación de vergüenza y de angustia. Niños de 16 años tomando actitudes que están fuera de la cabeza de cualquier persona que convive en sociedad”, reveló Corbalán Costilla sobre las sensaciones que lo invadieron al ver los videos de lo ocurrido el pasado sábado. “Me empecé a replantear qué no estamos haciendo o qué dejamos de hacer pos pandemia para que sucedan estos hechos”, agregó.
Según el análisis que ensayó el presidente de la URT, lo que pasó en la cancha no es algo característico del deporte y tiene que ver también con agentes externos. “Atrás de esos chicos hay una familia, hay papas, mamás, hay un club, está la dirigencia de la URT. Hay muchas personas que tenemos que hacernos cargo de ese tipo de situación. Porque los niños están para ser educados, están para enseñarles que ese tipo de reacciones no hay que tomarlas, que una de las cosas fundamentales en la vida de un ser humano es la tolerancia, que no puede ser que porque a uno le hayan pegado un pelotazo a otro reaccionen como reaccionen”, analizó.
Segundos después, fue más claro todavía acerca de las razones que pudieron haber provocado el vergonzoso desenlace del partido: “Evidentemente hay algo que viene de afuera que los hace comportar de esa manera, le vamos a tener que dar otra vuelta de manija de cómo manejar el comportamiento de los chicos”, sentenció. Esa “vuelta de manija” a la que apuntó Corbalán Costilla es lo que por estas horas se encuentra bajo análisis, según él mismo admitió en la entrevista.
Más allá de la sanción que, como él mismo adelantó, “seguramente habrá”, desde la URT se debate la decisión de prohibir la presencia de padres en partidos de rugby juvenil. Y esto tiene que ver con el comportamiento que éstos muestran en los partidos, asegura el dirigente. “Te invitaría a ver un partido, cada vez es más la intolerancia de los padres hacia los jugadores y hacia los árbitros como si un partido de rugby juvenil le cambiaría la vida a alguien”, indicó.
“No hace otra cosa que exasperar los ánimos. Grita uno, lo contagia a otro y los chicos que están en la cancha, divirtiéndose, empiezan a escuchar las barrabasadas que dicen los padres”, señaló y enfatizó: “Tenemos que apuntar desde la URT a bajar una línea de que no deben ir los padres a los partidos; porque no los dejan a los chicos ser”. Este lunes por la tarde se espera el informe arbitral que, más tarde, será girado al tribunal de disciplina de la Unión de Rugby.
Con el detalle de los hechos, se citará a las partes involucradas para hacer su descargo y, a partir de allí, analizar eventuales sanciones. “El tribunal de disciplina de la URT es autónomo, de tal manera de no sufrir ninguna presión a la hora de determinar una sanción”, advirtió y concluyó: “Nos abruma esta situación. No hay que esconder las cosas como diciendo que no pasó. Sí pasó y no tiene que volver a suceder”.
