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Patricia Bullrich, de gira por Estados Unidos: “Macri no será candidato a Presidente”

Y sobre su candidatura presidencial dijo que La gente me pregunta. Yo digo que lo voy a anunciar el año que viene, pero que me veo ahí.

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Patricia Bullrich se reunió con el representante Mario Díaz Balart, de Florida, en el Congreso de EE. UU.
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Patricia Bullrich llega apresurada al lobby del hotel donde se aloja en el corazón de Washington. Viene de reunirse con Juan González, el asesor especial para América latina del presidente Joe Biden, y más temprano con empresarios estadounidenses con intereses en la Argentina en la Cámara de Comercio, con el legislador Mario Díaz Balart en el Congreso y con inversionistas en el Council of the Americas y en el Center for Strategic and International Studies (CSIS).

También vio a funcionarios del Departamento de Estado, a quienes planteó que su partido quiere un “nivel alto” en las relaciones con EE.UU. La ex ministra de Seguridad del gobierno de Mauricio Macri se presenta como la presidenta del PRO, pero todos saben aquí que su ambición es ser presidenta de la Argentina.

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Ella no lo oculta. “La gente me pregunta. Yo digo que lo voy a anunciar el año que viene, pero que me veo ahí”. Aseguró, además, que “Macri no será candidato”.

Cumplimos

La jefa de la oposición comenzó su gira en California, donde visitó varios polos tecnológicos para explorar las posibilidades de la Argentina en esa economía “de trabajo y calidad, de buenos salarios, de gente joven”. Luego fue a Nueva York, donde se entrevistó con inversionistas y analizó caminos para bajar la inflación con académicos como Martín Uribe, experto en temas monetarios de la Universidad de Columbia, y el premio Nobel de Economía Tom Sargent.

Los inversionistas, dice Bullrich, le plantearon que “muchas veces Argentina ha tenido buenas condiciones para entrar, pero que en algún momento quiebra” y que se necesita continuidad jurídica y cambios sobre las regulaciones que obstaculizan la economía.

En una entrevista con Clarín, Bullrich afirmó que el presidente Alberto Fernández “llegó a su máximo nivel de ineficacia, está como perdido”, que la gente sabe qué es lo que hay que hacer en la Argentina, pero que se necesita alguien con agallas para tomar decisiones y rápido.

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Hoy es una discusión de tiempos para el cambio, de personalidad, de coraje”, dijo. Habló también de la posibilidad de una alianza con los libertarios, aunque señaló que “para llegar a un acuerdo, Milei debe bajar la agresividad”, y de la foto de Macri con Donald Trump.

─¿Qué le plantearon los inversionistas después del acuerdo con el FMI?

─Nadie cree mucho que el Gobierno va a poder cumplir el acuerdo con el Fondo. Aquí ven muy positivo que nosotros hayamos votado por el programa. Ven que la inestabilidad en la relación interna del gobierno hace difícil el cumplimiento de las pautas que tienen. Creen que van a ir pateando todo para adelante. Hay una sensación de que ya nadie piensa mucho en lo que va a hacer este gobierno sino más bien que no hagan muchas cosas que nos compliquen. Más bien que se queden medio quietos ¿no? Es como que lo ven en salida.

─Se entrevistó con Tom Sargent, Nobel de Economía y experto en inflación. ¿Buscan caminos para bajarla?

─Nos planteó su idea sobre la inflación con ejemplos de dos personas que la combatieron. Una es Margaret Thatcher y la otra es Lenin. Nos dijo que esto no era un tema ideológico. Thatcher, que era de derecha y dura, hizo los ajustes que tenía que hacer, generó cambios estratégicos que terminaron modernizando la economía, tuvo un momento muy difícil con todo lo que tuvo que privatizar en una economía estatal que era totalmente ineficiente. Pero, por otro lado, está Lenin que fue quien estabilizó la economía soviética y lo hizo con las mismas medidas de Thatcher: generó una racionalidad del Estado para poder generar un crecimiento, un ajuste importante para que el gobierno comience a funcionar. Creó una economía estatal, pero no tuvo inflación. No hay un único modelo, pero lo que no puede haber son sobrecargas.

─¿En qué sentido?

─El modelo americano es que vos pagás menos impuestos, pero te tenés que pagar tu salud, tu educación y tus servicios. El modelo europeo te cobra más impuestos, pero te dan los servicios. En cambio, el modelo argentino es que pagás más impuestos y además del servicio estatal, te tenés que contratar el privado con lo cual todo le sale más caro a los ciudadanos. Si gran parte de la población va a pagar doble educación, doble salud, no hay forma de que eso aguante. Además, tenés un estado patrimonialista y el estado tiene que ser profesional.

─¿Cómo se presenta ante los funcionarios estadounidenses y los inversionistas?

─Yo me presento como presidenta del PRO. Todos me ven como una de las precandidatas de Juntos por el Cambio y yo me presento como presidenta del PRO, porque tampoco quiero apurar los pasos. La gente me pregunta y yo digo que lo voy a anunciar el año que viene, pero que me veo ahí. Es difícil porque como al gobierno ya lo ven como flotando, algunos tienen teorías conspirativas ─yo no─ de que esto se termina antes.

─¿En Estados Unidos o en Argentina?

─En Argentina. Acá nadie me habló de eso. Acá hablan poco del gobierno, como que ya descuentan este tiempo. En Argentina tienen más desesperación porque falta un año y medio. En Estados Unidos ven un cambio de dirección. Yo le cuento que es la primera vez en la historia que el peronismo no tiene un candidato competitivo, que el peronismo se ha dividido y esta división ha generado problemas serios como que la mitad de ellos no voten el acuerdo con el FMI. No tienen candidato a presidente y el proyecto se nota agotado, no saben para dónde ir. Es un presidente que llegó a su máximo nivel de ineficacia. Ahora está como perdido.

─Pero el PRO también está dividido.

─El incentivo de la unidad es muy fuerte y existe una realidad: también hay otra competencia nueva que son los libertarios y entonces el incentivo de mantenerse unido es muy fuerte ¿Por qué vas a sacar los pies del plato si hay posibilidades de competir en unas PASO? ¿Qué sentido tiene?

─¿No hay riesgo de que se pierdan votos con una PASO con tantos candidatos?

─No va a haber tantos al final.

─Si Macri decide presentarse, ¿usted resignaría su candidatura?

─Macri no se va a presentar. No es una pregunta que quiera responder porque cualquiera de las respuestas es incómoda. Si digo que sí, no soy candidata y, si digo que no, me peleo con Macri. Estoy convencida de que no va a ser.

─Macri publicó fotos con Donald Trump en Miami. ¿Por qué cree que lo hizo, cuando está hoy muy cuestionado con acciones antidemocráticas como el asalto al Capitolio?

─Creo que es por las relaciones personales o lo que Mauricio vivió en la Argentina con el G20. El hecho de que Trump haya ido a la Argentina y lo conozca de chico pesa más que quizá ese análisis más frío de la política.

─¿Qué planteó usted a los inversionistas?

─Todos saben lo que vamos a hacer nosotros. Todos saben que vamos hacia un modelo de mayor apertura, de regulación, simplificación, baja de impuestos, racionalización del Estado, leyes laborales nuevas, del fin de los planes sociales. Todo el mundo sabe que no es una discusión técnica, es una discusión de tiempos para el cambio, de personalidad, de coraje y de cuánto te animás a enfrentar los problemas que tenés que enfrentar. Cuánto te acobarda el gobierno y cuánto te atrevés a que los cambios se hagan. Finalmente, todos llegan a la misma conclusión: que esto es un tema de personalidad y carácter, de animarse.

─¿Quiere decir que Macri no tuvo el carácter necesario para hacer las reformas que había que hacer en su momento y usted sí podría?

─Se perdió mucho tiempo. Hubo dos años de espera hasta las elecciones del 2017. Pero en los dos primeros años se hizo poco para ganar más poder en el 2017 y en el 2017 nos esperaron con 14 toneladas de piedras y nuestro poder político duró poco. Los dos primeros años, inclusive haciendo cosas difíciles como las tarifas, ganamos las elecciones. Además, yo creo que hubo señales que nosotros no vimos o por lo menos los que estaban a cargo no vieron del todo porque cuando Sergio Massa votó la ley de previsión de despidos era evidente: el tipo pasó de ir con nosotros a Davos a prohibirte los despidos. Ese gradualismo fue devastador para nosotros. Igualmente, cuando una compara y empieza a mirar área por área, hicimos un montón de cosas positivas, pero el no haber podido estabilizar la economía, tener alta inflación, altas tasas, más una política social de continuidad nos llevaron a una derrota electoral.

─¿Y cómo van a seducir al votante de nuevo?

─Hay como dos ideas. Está la que pregonamos nosotros, que es como un desembarco con todo, y la que tiene Horacio (Rodríguez Larreta) que es que juntemos el 70% del poder político. Yo creo que el 70% del poder político en la Argentina son cuatro años de debates con tipos que no quieren cambios. Todo el mundo sabe las medidas que hay que tomar en la Argentina para bajar la inflación y ya están aburridos de escucharlo, lo que quieren escuchar es que lo vas a hacer.

─El gobierno de Macri recibió el préstamo del Fondo más grande de la historia y no supieron cómo manejarlo. ¿No se cuestionan eso? ¿Le preguntaron sobre este tema en la gira?

─Ninguno nos dijo eso. Nosotros partimos un poco del reconocimiento de nuestros problemas. No partimos de no aceptarlo porque sería muy cerrado de nuestra parte, sino porque perdés las elecciones. Pero del Fondo no tuvimos ni una sola pregunta.

─¿Por qué crecen los libertarios?

─Hoy los jóvenes son más libertarios, la gente acepta cambios que hace años no aceptaba, empieza a sentir al estado como a un peso. A los jóvenes el estado les molesta porque no les deja cobrar en dólares lo que trabajan en cualquier parte del mundo, no les da ningún servicio y tienen que pagar impuestos y si trabajan solos o en una empresa y hacen un software no tienen cómo cobrarlo. Empieza a haber un cambio fuerte de la percepción de la ciudadanía y de las clases medias empobrecidas. Unís la idea de que pagás impuestos, no tenés servicios y tenés cada vez menos ingresos y llorás. Tus impuestos y los servicios empiezan a unirse. Esta idea de que la gratuidad de la Argentina no es tan así. El empobrecimiento de la clase media genera una mayor racionalidad con respecto a los cambios que hay que hacer.

─¿Es posible una alianza con los libertarios?

─Tienen que darse ciertas circunstancias.

─Ellos están abiertos a “halcones” del PRO.

─Espert sí.

─Milei también.

─Milei también, pero no soy solo yo, sino que soy yo y mis circunstancias que es Juntos por el Cambio y el tema tiene que ver con más amistad cívica. Javier (Milei) es muy agresivo con sectores de Juntos por el Cambio. Para buscar un acuerdo hay que bajar la agresividad y sino será en la segunda vuelta. Todavía falta. Yo le daría tiempo, dejaría de hablar sobre ese tema y lo hablaría más adelante.

─Hubo una cena con sectores del peronismo, radicales y del PRO para “cruzar puentes”, una especie de reunión “antigrieta” ¿Cómo vio ese encuentro?

─Yo tengo una visión diferente de la grieta. La grieta es una construcción cultural y política que ha hecho el kirchnerismo en base a la doctrina del amigo–enemigo, la construcción de tu enemigo para fortalecerte en un campo. Nosotros no tenemos la misma idea de la eliminación del otro. Nos encantaría una arena democrática, de diálogo. El segundo tema es qué estaría dispuesto a cambiar cada uno. Hasta dónde la unidad te lleva a un cambio. Yo creo que el verdadero diálogo es que todos resignen algo. Si los sindicatos tienen que dejar de hacer huelgas generales, tienen que dejar de hacer huelgas generales. Si hay empresarios que tienen como único contratista al estado, tendrán que competir. Si la política tiene que bajar su privilegio, tendrá que hacerlo. Cada uno tiene que decir qué pongo en la canasta del cambio.

─¿Y usted qué está dispuesta a resignar?

─Todo el patrimonialismo que tiene la Argentina. ¿Cómo entra hoy una persona al estado argentino? Si tiene un amigo. Uno tiene que autolimitarse total y absolutamente. ¿Por qué hay un sentimiento de injusticia con el sueldo de un diputado si un diputado gana 1.500 dólares? Porque ni el director de un hospital, ni el jefe del ejército, ni el director o directora de una escuela gana lo mismo. Entonces, la igualdad de oportunidades y la autolimitación en el poder son elementos fundamentales que la política tiene que dar en este momento histórico. Yo en el ministerio de Seguridad lo hice, logré que los jefes de seguridad ganaran lo mismo que yo como ministra y ellos se sorprendían. Son las cosas que la política tiene que plantearse seriamente.

─¿De que hablaron con Juan González, el principal asesor de Biden para la región?

─Para nosotros fue muy importante haber hecho esta reunión. Nos planteó la necesidad de que América Latina siga en el camino de la democracia y no en el populismo, y nos comentó que había ciertos miedos de ciertas elecciones que podían suceder. Nos preguntó mucho de cómo iba a ser el cumplimiento de acuerdo con el Fondo. Nosotros le dijimos que creíamos que no iba a ser demasiado profundo, pero que tampoco queríamos hablar muy negativamente del tema porque nosotros fuimos, votamos y pusimos nuestra responsabilidad institucional. Ellos habían visto eso muy positivo. Luego hablamos del avance de China sobre América Latina y nosotros le planteamos que nuestro objetivo era tener comercio con China y hasta ahí, pero que Estados Unidos tenían que dar algunas señales.

─¿Como cuáles?

─Por ejemplo, hace 40 años que fue la guerra de Malvinas y seguimos teniendo el embargo de armas. Le dije: déjennos nuestra relación con Inglaterra y ustedes no tomen partido. Dijo que era un tema que estaban dispuestos a pensar, que tenían que actualizarse en esos temas. A ellos les preocupa si vamos a permitir o no bases militares en China y nosotros no vamos a permitir bases militares de nadie, pero sí queremos vender a China soja, carne y todo lo que podamos venderle. Hablamos del tema de Venezuela, del desarrollo del 5G, del potencial de Vaca Muerta. Fue una charla sincera.

─¿Qué plantearon en el Departamento de Estado?

─Nosotros queremos mantener un nivel alto de relaciones con Estados Unidos. Nos parece importante que la oposición, en este caso la presidenta del PRO, hable con el National Security Council y con el Departamento de Estado. Me parece importante como gesto. Una democracia se compone de gobierno y oposición y nos parece importante que eso se mantenga. Vamos a hablar de los temas que tienen que ver con la seguridad jurídica, que la Argentina cumpla los acuerdos con el Fondo, que armonice su economía, que sea amigable con las empresas, que en el mundo los principios importan y tengamos una buena relación con Estados Unidos. Ellos estaban bastante preocupados y lo notamos con varios de los que hablamos del Departamento de Estado y en el NSC de que Argentina podría estar en una especie de movimiento no alineado. Si bien votó a favor de expulsar a Rusia del Consejo de derechos humanos de la ONU, que fue un gesto, en charlas informales se habla de que hay como un movimiento de no alineados en el que habría una vuelta a la idea de relaciones poco amigables con los Estados Unidos. Nosotros, al contrario, queremos mantener un nivel alto de las relaciones bilaterales

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