El sangriento tiroteo de este martes en una escuela primaria de Texas se agregó a la larga lista de ataques mortales ocurridos en Estados Unidos durante la última década.
El último de los hechos había ocurrido hace apenas nueve días, el 15 de mayo, en una iglesia de Laguna Woods, en el sur de California, que dejó múltiples víctimas. Tras la agresión, el sospechoso fue detenido y se incautó un arma en el lugar.
Este tiroteo sucedió apenas 24 horas después de que un joven de 18 años, que se declaró supremacista blanco y antisemita, matara a balazos a 10 personas en un supermercado de Buffalo, en el estado de Nueva York.
El homicida, que finalmente fue arrestado, transmitió en vivo el ataque por las redes sociales y la Policía investiga el caso como un “crimen de odio por extremismo racista”.
A su vez, el 22 de marzo de 2021 también hubo una mortal balacera en un supermercado: fue en la ciudad de Boulder, estado de Colorado. En aquella ocasión fueron asesinadas a tiros 10 personas de raza blanca, incluido un policía.
El tirador Ahmad Al Aliwi Al-Issa, que utilizó un fusil de combate, fue herido por la policía y luego trasladado a la cárcel local. Tras la masacre se comenzaron a investigar posibles conexiones del agresor con grupos supremacistas.
Por su parte, el 3 de agosto de 2019 un total de 23 personas fueron asesinadas a balazos en un shopping de la ciudad de El Paso, ubicada en el estado de Texas y fronteriza con México.
El atacante, un supremacista blanco de 21 años llamado Patrick Wood Crusius, usó un fusil semiautomático para llevar a cabo el tiroteo. Casi media hora antes se sospecha que había publicado un manifiesto en Internet en el que se mostró “preocupado” por temas como “la invasión hispana”, la automatización, las grandes corporaciones y la degradación ambiental.
La Masacre de Las Vegas, una de las peores de la última década en EE.UU.
Sin dudas que uno de los tiroteos más sangrientos ocurridos en Estados Unidos fue el del 1º de octubre de 2017 en Las Vegas, donde 59 personas fueron asesinadas a tiros, incluido el homicida.
Todo sucedió durante la actuación del cantante Jason Aldean en el festival de música country Route 91 Harvest, realizado en la denominada “Ciudad del pecado”.
En un determinado momento, un contador estadounidense llamado Stephen Paddock, de 64 años, disparó contra la multitud que disfrutaba del concierto al aire libre desde su habitación del 32º piso del hotel Mandalay Bay. Además de las víctimas fatales, incluido el agresor, hubo 851 heridos.
Otra brutal masacre en Estados Unidos fue la concretada en la discoteca gay Pulse, de Orlando, donde el 12 de junio de 2016 fueron acribilladas 49 personas y otras 53 resultaron heridas.
El autor del atentado, Omar Mir Seddique Mateen, también murió luego de haberse enfrentado a la Policía. Días antes del hecho, el atacante le había jurado lealtad al grupo terrorista Estado Islámico (ISIS por sus siglas en inglés), que asumió la autoría intelectual del hecho.
Otra masacre muy recordada en una escuela primaria de EEUU
La masacre de este martes en el colegio primario de Texas también hizo recordar al tristemente célebre tiroteo en la Escuela Primaria de Sandy Hook, situada en el pueblo de Newtown, estado de Connecticut.
El 14 de diciembre de 2012, un joven de 20 años llamado Adam Lanza mató a tiros a 20 chicos y otros seis adultos que se encontraban en el establecimiento educativo. Tras la balacera, el asesino, que horas antes había ultimado a su madre Nancy Lanza, decidió suicidarse con un disparo en la parte anterior de la cabeza.