“Pensamos que la mejor candidata es Cristina, vivíamos mucho mejor”, se despachó ante los periodistas el diputado y exministro de Salud Daniel Gollán, uno de los primeros dirigentes del Frente de Todos que llegó al auditorio de la cultura de Tecnópolis, en el caluroso mediodía del martes.
Un rato después, y con la intención de desescalar su conflicto verbal con la vicepresidenta y su hijo Máximo Kirchner, el presidente Alberto Fernández aprovechó la conmemoración de los 20 años del plan Remediar para enviar repetidos guiños hacia su compañera de fórmula, que el viernes pasado lo ignoró en la totalidad de su discurso ante el plenario de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), en Pilar. La vicepresidenta también se había quejado por el aval del Gobierno a los aumentos de las prepagas.
“Para mí, para Carla (Vizzotti), para Daniel, para Cristina, para los que estamos embarcados en este proyecto, estar atentos a la salud de nuestros hombres y mujeres es una obligación. Y a nosotros, los argentinos y argentinas nos importan mucho”, dijo el Presidente, acompañado por la ministra de Salud Vizzotti y en el cierre de sus algo más de 12 minutos de discurso ante ministros y secretarios de Salud de distintas provincias. Su tono estuvo lejos del de su reciente entrevista en Futurock, en la que acusó a quienes lo criticaban de “comenzar a dejar de ser peronistas”.
No fue, por cierto, la única mención de Fernández a su vice, todas de modo positivo. La englobó dentro de los “defensores de la salud pública” junto al fallecido expresidente Néstor Kirchner y a él mismo, y repasó los números de kits de remedios del plan que se repartían durante la gestión de gobierno de Cristina, en 2013. “Hubo siempre un común denominador, compartimos la misma mirada”, agregó el Presidente en relación a la sostenibilidad del plan, fundado por el ex ministro de Salud, Ginés González García, en octubre de 2002, durante la gestión presidencial de Eduardo Duhalde. “En 2013, Cristina distribuyó 176.000 botiquines con 44 millones de tratamientos, que en 2019 se redujeron a 106.000 y 23 millones de tratamientos”, para diferenciar la gestión kirchnerista y la de Cambiemos, a la que definió como etapa del “olvido” del plan Remediar. También recordó que “muchos hospitales que Cristina dejó para terminar, nadie (por Juntos por el Cambio) los había terminado, para que no recuerden que fue Cristina la que los hizo”, repitió.
Sin menciones a su fuerte entredicho con Máximo Kirchner, que el sábado lo acusó de “aventurero” en un encuentro del PJ bonaerense, el Presidente se sumó a las palabras de Vizzotti en elogio a González García, que no fue invitado a la conmemoración.
Ginés, el gran ausente
“Con Néstor le dijimos (a Ginés): avanza con tu plan de acceso a los medicamentos, y Ginés lo hizo”, dijo el Presidente, y reconoció que el ex ministro “se animó porque no le faltaran remedios a quienes lo necesitaban”. Los aplausos inundaron entonces el salón, mientras fuentes cercanas a González García confirmaban a LA NACION que el ex ministro, eyectado de su cargo sin demasiadas explicaciones por el Presidente luego del escándalo conocido como el vacunatorio vip, no había sido invitado. “Remediar cumple 20 años. Es un programa del cual estoy orgulloso de haberlo creado en mi anterior gestión y puesto en valor nuevamente en la última”, escribió González García en twitter minutos después de finalizado el acto, del que fue el gran ausente.
Vizzotti afirmó que el Remediar es “un derecho adquirido para cada uno de los argentinos y argentinas y que nadie piense que puede dar un paso atrás en materia de salud pública”. En la primera fila aplaudía la senadora puntana Eugenia Catafalmo, leal al gobernador Alberto Rodríguez Saá, autora de un proyecto para convertir al plan Remediar en ley.
El Presidente había llegado acompañado por su secretario general, Julio Vitobello, mientras las sillas reservadas (con cartelito incluido) para la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz, y la portavoz Gabriela Cerruti, fueron ocupadas por otros funcionarios al comenzar el acto. Después de sus palabras, y ante un auditorio con varias filas de sillas vacías, el Presidente partió raudo hacia el CCK para cerrar la reunión de ministro de Seguridad latinoamericanos. No hubo menciones del Presidente a las PASO, que quiere sostener, aunque Gollán había dejado claro que, para el cristinismo, “no sirven para mucho, distorsionan las cosas, y son dañinas en el interior de los partidos”.