En los últimos cinco años, millones de niños, niñas y adolescentes cayeron bajo la línea de la pobreza en Argentina, siendo en el Gran Tucumán el lugar donde la situación se observó más crítica, según la base de microdatos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Indec. En la capital tucumana y alrededores se registró el mayor aumento de pobreza infantil (personas menores de 14 años).
Según las estadísticas oficiales, entre el segundo semestre de 2017 e igual periodo de 2022, en el Gran Tucumán este índice se incrementó 29,78 puntos porcentuales, pasando de 30,5% de pobreza infantil a 60,2%. Es decir que hoy seis de cada 10 chicos menores de 14 años vive en situación de pobreza en este conglomerado urbano tucumano.
En este triste ranking, por debajo quedó La Rioja, con un avance de 28,25 puntos porcentuales. Más atrás aparecen Jujuy (23,95 puntos de aumento), Río Gallegos (23,38 puntos), Gran San Luis (23,08 puntos) y el conglomerado de Ushuaia – Río Grande (23 puntos de incremento).
El Gran Tucumán, junto con La Rioja y Ushuaia – Río Grande son las principales zonas donde se duplicaron las tasas de pobreza en los últimos cinco años.
A nivel general, en el período de julio a diciembre del 2017 había 2.394.670 niños pobres (39,7%). Cinco años después, en igual tramo del 2022, se contabilizaron 3.629.774 niños en situación de pobreza (54,2%).
Claramente, la pobreza avanzó a más hogares afectando principalmente a los más chicos. Analizando el ranking completo, se encuentra que hay 26 aglomerados urbanos con una tasa de pobreza infantil superior al 50% de ese universo.
Según el economista Jorge Colina, de Idesa, el aumento de la pobreza infantil en Argentina se produce porque estructuralmente hay miles de hogares pobres en el país con una gran cantidad de niños. “Por eso hay tasas superiores al 50%. Los hogares con muchos niños son más vulnerables a la inflación que el resto”, advirtió a Infobae.
En tanto, el economista Jorge Day, de Ieral de Fundación Mediterránea observó: “Las estadísticas demuestran que las familias de mayores ingresos tienden a tener menos chicos, mientras que los hogares que están por debajo de la línea de la pobreza tienden a ser de familias más numerosas y con muchos hijos”, remarcó.
“En otras palabras, muchos chicos están concentrados en familias grandes que se encuentran bajo la línea de la pobreza o aún peor, en condiciones de indigencia”, explicó el especialista.
“Hay una teoría de crecimiento que dice que, mientras más alta es la tasa de crecimiento de la población, mayor es la cantidad de pobres que se genera en contextos en los que la economía no genera inversiones y tecnología. En muchas provincias han escaseado las inversiones en los últimos años y muchas familias se han agrandado, sobre todo en zonas de bajos ingresos” apuntó el economista del Ieral.
En relación al incremento general de la pobreza entre 2017 y 2022, Day recordó que hace cinco años todavía no se producía la primera devaluación fuerte de la gestión de Mauricio Macri. “El lío empezó en abril de 2018. Esa era una época todavía relativamente buena, pero a partir de entonces se produjo una caída importante del salario real. En el medio hubo crisis, recesión y pandemia. Alguna recuperación hubo de la economía, pero no de los salarios. Todo eso condujo a un inevitable aumento de los niveles de pobreza”, observó.
El economista sostuvo que para el Gobierno nacional es una prioridad que los niveles de pobreza no se disparen “aún más”, por lo que estimó que se tomarán medidas para intentar conservar el salario real. “Estamos en un momento en el que siempre está el temor de que el dólar pegue un salto fuerte. Si eso pasa, inicialmente generará una caída de ingresos. El Gobierno no quiere pasar por eso, por eso trata de aguantar lo más posible sin devaluar”, cerró.