Dos tucumanos denunciaron haber sido raptados en Santiago del Estero el miércoles a la madrugada, al detenerse en la ruta 34 a la altura de Selva, tras contemplar en la banquina una camioneta abandonada, y acabar vaciados sus bolsillos y despojados de su 4 x 4 por cuatro delincuentes armados.
El autor de la denuncia fue Ángel Marcelo Parolli, 32, con residencia en Bº Salvador, provincia de Tucumán, caso que quedó en manos del equipo fiscal de la ciudad de Añatuya, departamento General Taboada.
De acuerdo con la presentación, a las 3.15, los tucumanos arribaron a la 34 en una camioneta Toyota Hilux. Sugirieron que llegaron a Santiago del Estero por motivos laborales.
Vieron a la vera del pavimento una camioneta Ford Ranger y sugirieron que alguien precisaba ayuda. Descendieron y al instante apareció un hombre; detrás, tres más bien armados.
Los cuatro desconocidos ascendieron a la Toyota Hilux, dejando entrever que se habían quedado sin combustible y que la Ford Ranger también habría sido robada.
Acto seguido, los desconocidos encañonaron a los tucumanos; los trasladaron varios kilómetros y liberaron a la vera de la 34, al parecer ya en jurisdicción de General Taboada.
Entonces, aceleraron y literalmente desaparecieron a bordo de la camioneta robada.En el camino, habrían retirado la patente de la Toyota y se la instalaron en un carrilín: ello generaba desconcierto a las autoridades policiales, ya que a simple vista adolecía de sentido.
Minutos después, los tucumanos se presentaron en una comisaría y fue dispuesto el cierre de rutas entre los departamentos Rivadavia, Avellaneda y General Taboada.
Todos los esfuerzos eran vanos y la identidad de los misteriosos delincuentes era un enigma. Al mismo tiempo, muchos vehículos eran inspeccionados, pero sin novedad alguna para los investigadores.