Los gremios aeronáuticos volvieron a anunciar medidas que ponen en riesgo el normal funcionamiento de los aeropuertos de Aeroparque, Ezeiza, Córdoba y Mendoza, alterando el itinerario de miles de personas con vuelos programados.
Pasadas las 17 horas de este martes 10 de septiembre se confirmó que delegados sindicales de la empresa Intercargo, responsable de la logística que utilizan las compañías aéreas, decidieron realizar asambleas informativas en las terminales. Las mismas se harán entre las 18 y las 01 en los cuatro aeropuertos citados, y generaron incertidumbre respecto de la actividad normal, las salidas y arribos.
El cronograma, según pudo saber Infobae, está dispuesto por la dirigencia gremial de la siguiente forma:
- De 18 a 20 en Aeroparque
- De 20 a 22 en Ezeiza
- De 23 a 01 en Mendoza y Córdoba
La empresa Flybondi fue la primera en confirmar que tendrá demoras en la salida de algunos de sus vuelos. También habrá inconvenientes para los pasajeros a la hora de retirar sus equipajes. Si bien esta aerolíneas informó que cuenta con rampas propias en algunas terminales aéreas, alrededor un 20% de su actividad depende de Intercargo, por lo que registrará demoras.
Para los directivos de compañías como Aerolíneas Argentinas las denominadas asamblea informativas funcionan en los hechos como paros encubiertos, ya que al interrumpir alguno de los servicios necesarios para el transporte aéreo se paraliza toda la actividad.
El conflicto se arrastra desde hace meses con la cúpula de los sindicatos aeronáuticos, que mantienen una dura negociación salarial, en la que exigen una recomposición de los sueldos del orden del 25%.
Los sindicalistas aeronáuticos Rubén Fernández, Juan Pablo Brey, Pablo Biró, Edgardo Llano y Paola Barrita
Con la discusión salarial como escenario de fondo, los gremios habían anticipado que una jornada de conflicto, con asambleas y el potencial anuncio de un nuevo paro, en un encuentro previsto para las 11.30 del miércoles 11 de septiembre. En efecto, se había programado una asamblea conjunta entre dirigentes de la Asociación de Personal Aeronáutico (APA), la Unión de Personal Jerárquico (UPSA) y ATE ANAC (Administración Nacional de Aviación Civil), para “analizar el conflicto y debatir sobre la continuidad de las medidas de fuerza”. Para ese encuentro se especulaba con que APLA y AAA impulsen realizar en forma inmediata un paro de 24 o 48 horas, decisión que llevará al límite la pelea que mantienen con el Gobierno.
Sin embargo, un día antes los delegados que trabajan en Intercargo decidieron adelantarse y comenzar sorpresivamente las reuniones en los cuatro aeropuertos, según la información confirmada por fuentes en las terminales aéreas.
Los trabajadores de Intercargo están representados por la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), y son los responsables del movimiento de las rampas para ascender y descender de las aeronaves, como así también transportar el equipaje de los usuarios, entre otros servicios.
La decisión, según trascendió, sería la de permitir el ascenso y descenso de los pasajeros, pero dejar inmovilizado el equipaje, al menos durante las dos horas que dure la actividad gremial.
La puja de los sindicatos para obtener mejoras salariales se arrastra desde hace meses, y en las últimas horas sumó el apoyó de la Confederación General del Trabajo (CGT). Los líderes de las protestas son Pablo Biró (APLA), Juan Pablo Brey (AAA).
El viernes pasado se concretó un paro de 9 horas realizado por APLA y AAA que dejó sin vuelos a 15.000 pasajeros en Ezeiza y Aeroparque. Como consecuencia de esa medida de fuerza, el Gobierno decidió reglamentar la esencialidad de la actividad aeronáutica, civil, aerocomercial pública y privada, en todo el territorio nacional para garantizar su continuo funcionamiento a través de la definición de los servicios mínimos que se deben mantener.
La respuesta de los gremios, sin embargo, fue la de promover acciones penales contra los funcionarios nacionales por la supuesta violación del derecho a huelga.
Aerolíneas Argentinas, en tanto, informó que iniciará acciones legales para expulsar a Biró de su directorio, argumentando que su accionar público y gremial ha sido desleal y en detrimento de los intereses de la empresa.