Los organizadores habían convocado a una movilización con “banderazo” a las puertas del Congreso y en varios puntos de la Ciudad, pero a último momento decidieron convertir la protesta en una vigilia con acampe nocturno, junto a un abrazo simbólico al Palacio Legislativo que se realizará el jueves a las 12:00.
La manifestación, que se ve en cierta forma empañada por condiciones climáticas que no ayudan a la convocatoria, se presenta como una secuela del banderazo del 17A que movilizó a miles de ciudadanos opositores en las principales ciudades del país.
Las vallas de seguridad que la Policía de la Ciudad había colocado alrededor del Palacio del Congreso fueron retiradas luego de que la vicepresidenta y titular del Senado, Cristina Kirchner, lo solicitase al Gobierno porteño.
Justamente la figura de la ex presidenta es uno de los blancos más insistentes en el repudio de los manifestantes, que entienden que la reforma judicial forma parte de una maniobra para otorgarle impunidad en las causas que se tramitan en su contra.
En una carta difundida el martes en sus redes sociales, Cristina Kirchner se diferenció de Mauricio Macri al sostener que cuando a ella presentó una reforma de la Justicia lo hizo a través del Congreso, institución que ella señala como fuente de legitimidad, mientras que su sucesor en la Casa Rosada generó cambios en la Justicia de manera a su juicio arbitraria.
Por otra parte, pareció tomar cierta distancia de la redacción del proyecto del Gobierno para reestructurar la Justicia Federal, al considerar que “la verdadera reforma judicial no es la que vamos a debatir este jueves”.