“Con la poca fuerza que me queda escribo estas líneas”, comienza la misiva que, atravesada por el dolor lacerante de la perdida y la indignación ante un crimen que podría haberse evitado, publicó en sus redes sociales Ana, la hermana de Paola Estefanía Tacacho, la mujer de 32 años que el viernes por la noche fue asesinada en Barrio Norte por su ex alumno Mauricio Parada Parejas al cual había denunciado por acoso en trece oportunidades desde 2015. Después de apuñalarla en varias ocasiones, el femicida se quitó la vida con la misma arma. Familiares, amigos y allegados a la víctima apuntan contra la inacción de la justicia tucumana y convocaron a una marcha para mañana a las 18 en la Plaza Independencia: “El Estado y la familia Parada son responsables”.
“Cinco años de calvario vivió mi hermana, muchas denuncias hechas, enfrentamientos, acosó a toda nuestra familia vía redes sociales. Este maldito femicida me la mató, le arrebató la vida y después se mató el con la misma arma… cuando ella salía del gimnasio la estaba esperando afuera donde había gente y nadie la socorrió, nadie me la ayudó”, relata uno de los párrafos de la publicación hecha por Ana desde Salta, de donde es la familia de Paola, horas después de enterarse del asesinato de su hermana.
Pasadas las 21 del viernes, las calles de Barrio Norte se convirtieron en un escenario de terror. Paola Estefanía Tacacho volvía del gimnasio caminando por Monteagudo al 500 cuando se topó con Mauricio Parada Parejas, un ex alumno de un instituto terciario donde Paola enseñaba inglés. Ella llevaba cinco años denunciándolo por acoso e incluso se le había impuesto una restricción perimetral que el femicida violaba de manera sistemática. Como lo hizo por última vez el viernes, cuando la abordó en plena calle y, después de insultarla, le asestó seis puñaladas en distintas partes del cuerpo.
Tras el ataque, un grupo de personas que se encontraba en el lugar rodearon a Parada Parejas que, al verse acorralado, se clavó el arma blanca en el pecho para morir ahí en la vereda. La víctima fue trasladada al hospital Centro de Salud, donde minutos después falleció.
Todavía conmocionada por la noticia, su hermana se encargó de desmentir algunas de las primeras versiones periodísticas y revelar el proceder de la justicia provincial que no accionó ante las reiteradas denuncias contra el acosador, al que, según denuncia, encubrieron por sus conexiones políticas: “Los portales están diciendo que era su pareja, pero no es así, ella tiene su pareja Ana; él fue su alumno en un terciario de Tucumán hace muchos años y, desde que la conoció, se obsesionó con ella. Poco a poco fue premeditando lo que ayer concluyó con la vida de mi hermana.
[su_note note_color=”#0A8C06″ text_color=”#ffffff” radius=”10″ class=””]La justicia de Tucumán nunca hizo nada con todas las denuncias que ella realizó y las denuncias que realizamos con nuestra madre y mis primas a las cuales también acosaba vía redes.[/su_note]
Nunca movieron un dedo para protegerla, ya que la familia de este tipo tenía vínculos con la política de Tucumán. Nunca lo encerraron ni siquiera un día, nunca respeto las perimetrales, no hicieron nada en cinco años”.
Según reveló Ana a un medio salteño, fueron 13 las denuncias que realizó su hermana desde 2015. En septiembre de 2016, el fiscal Diego Alejo López Ávila requirió que se eleve a juicio la causa contra Parada Parejas por el delito de desobediencia judicial, cometidos el 1 y el 21 de junio de 2016, días en que fue al trabajo de Paola y a su casa, a pesar de que desde el 27 de mayo tenía una medida cautelar de restricción de acercamiento a la joven. El defensor de Parada Parejas, Juan Andrés Robles, pidió el sobreseimiento asegurando que no había pruebas. El 5 de junio de 2017, el juzgado a cargo de Juan Francisco Pisa dictó una resolución en la que coincidió con el defensor y hasta consideró que llegar a un debate en esta causa iba a implicar “un dispendio jurisdiccional innecesario”.
El hostigamiento del femicida había comenzado en 2015, a través de mensajes que enviaba a través de Facebook tanto a Paola como a familiares y personas de su entorno. También le dejaba cartas y la esperaba a la salida del trabajo. También tuvo que desconectar el portero de su casa porque solía tocarlo insistentemente los sábados por la siesta. La última acción de la joven para intentar frenar a su acosador fue una demanda por daños y perjuicios que presentó el 29 de mayo pasado. La acción iba contra Parada Parejas y su familia. Según revelan, también pensaba accionar contra el Estado provincial.
“Es una persona que hace cinco años la venía molestando, tocando el timbre de la casa, molestando a los vecinos, molestándome a mí”, sostuvo ayer la novia de Paola, Ana Reynoso, en declaraciones a los medios. Una vez ella lo confrontó, le dijo que dejara de hostigarlas: “Me dijo que ya no había perimetral, por lo tanto tenía todo el derecho a acercarse”. Tanto Ana como Marcelo Rodríguez, un amigo de la víctima, coincidieron en responsabilizar a la familia del femicida: “No era normal, él tenía problemas, pero no me importa, la familia se tenía que haber hecho cargo”.
Marcelo recordó que acompañó a la joven a la oficina del hermano del acosador. “Ustedes no saben si es mi hermano, no hay pruebas de que sea él”, les dijo cuando le relataron el hostigamiento pidiéndole que interviniera para poner fin a esa situación.
Paola nació en Salta y, después de terminar la secundaria en el Colegio del Huerto, se instaló en Tucumán donde estudió el profesorado de inglés en la UNT. La joven conoció a quien resultaría du femicida enseñando en el terciario del Colegio Mark Twain.
Según relataron colegas y estudiantes, el joven se enojó con tres docentes por una mala nota y luego se obsesionó con Paola. Solía acosarla con mensajes violentos y obscenos. Además, sabía sus horarios, la esperaba a la salida del trabajo, de su casa o del gimnasio. También creaba falsos perfiles de Facebook con el nombre de Paola y enviaba mensajes violentos a sus conocidos y amigos.
“Hacemos responsables a la familia del femicida, al Estado y los gobiernos de Salta y Tucumán por el femicidio de mi prima. Exigimos que los responsables políticos y los fiscales paguen y sean revocados por el femicidio de Paola”, reclamó Nilda Zerpa, una de las organizadoras de la convocatoria que se realizará mañana a las 18 en la plaza 9 de Julio de la ciudad de Salta.
A su vez, el colectivo “Ni Una Menos Tucumán” expresó su indignación por el crimen y convocó a una marcha también para mañana a las 18 en la Plaza Independencia para exigir justicia por Paola. “Una vez más queda en claro la desprotección que sufrimos las mujeres y disidencias de la mano de un Gobierno que encubre a abusadores, violentos y acosadores. No solo no toman medidas efectivas, sino que dan vía libre a que nos sigan matando”, denunciaron desde la agrupación mediante un comunicado.
Desde que comenzó la pandemia, se cometieron 17 femicidios en Tucumán, cuatro más que en todo 2019. Según el observatorio Mumalá, hoy es la tercera provincia del país con mayor cantidad de víctimas por violencia de género.