La creatividad de los vecinos del barrio Hipólito Yrigoyen (ex Diza) le dio un toque navideño a un problema que venían padeciendo desde hace un tiempo: instalaron “el arbolito de la fe y la esperanza” -como lo bautizaron- sobre un hueco de la calle donde falta una tapa de la Sociedad Aguas del Tucumán (SAT).
Después de ponerle luces, algunos paquetes que simulan ser regalos y hasta cartitas, le sacaron fotos y las compartieron en las redes sociales.
Fue el caso de Sandrita Locutora, quien explicó que con este árbol, ubicado en la esquina de López Mañán y Chacabuco, buscaron darle “un color y una magia diferente al foco séptico infeccioso de aromas nauseabundos que dispersa aguas cloacales que vienen del microcentro tucumano”.
FOTO TOMADA DE FACEBOOK/SANDRITA LOCUTORA
“Lo que antes era una peligrosa bocacalle causante de tantos accidentes hoy se convirtió en el arbolito de la fe y la esperanza, en el que los vecinos agregan sus cartitas dedicadas a Papá Noel y a los Reyes Magos, ya que obviamente es más creíble que ellos les den soluciones de bienestar, seguridad y calidad de vida, algo que es una utopía pretender que les garanticen las autoridades municipales, provinciales y mucho menos la SAT”, comentó.
Al final de su publicación, donde se hace eco de todas las quejas de los vecinos, la mujer instó a los habitantes de otros puntos de la capital a imitarlos. “Ojalá todos los barrios de nuestra ciudad se unan y en paz y armonía armen sus arbolitos de Navidad en los puntos en que perdieron la fe y la esperanza en la Justicia, la seguridad, calidad de vida, calidad de servicios y demás. Quizás, y Dios quiera, Papá Noel y Los Reyes Magos sí existan”, ironizó.
En abril pasado, LA GACETA publicó un informe donde las autoridades de la SAT explicaban que al menos 200 tapas habían sido robadas de las calles y que reponer cada una de ellas representaba un costo de $ 10.000.