El aislamiento social, preventivo y obligatorio trae aparejadas graves consecuencias para la economía del país.
La Cámara Argentina de Comercio estima que el 70% de las empresas argentinas dejaron de facturar, lo que afecta a 2,5 millones de empleados.
Por un lado, se habilitaron líneas de crédito flexible de difícil acceso. Por otro, hay una ayuda parcial del Estado, se dispuso una baja de aportes patronales para algunos sectores y hay diferimientos impositivos.
“La situación es muy compleja”, aseguró Pablo Wende, columnista de Telefe Noticias. “Y la respuesta del Estado hasta ahora ha sido insuficiente”, añadió.
Según Wende, “se ha hecho poco para que las empresas paguen los sueldos de sus empleados”. Además, en Argentina se suma el problema de los empleados “en negro”, que representan un 30% del total.
“En este contexto, la Unión Industrial Argentina (UIA) dejó trascender que quiere negociar con la CGT una posible reducción del salario”, informó Wende.
Este debate es mundial, pero en Argentina, además, juega en contra el factor inflación.