Ayer señalamos desde Tucumán Despierta la desidia del Estado como responsable de que la niña de tres años, conocida como Érica, falleciera por el maltrato que sufrió de parte de sus abuelos. Falló el Poder Ejecutivo cuando el ente que depende de la Gobernación, la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (Dinayf), no actuó a sabiendas de que fue la responsable de recomendar sus abuelos para cuidarla.
Luego de la repercusión que el caso tomó a nivel provincial, pero también a nivel nacional, finalmente Mariana Cirelli, responsable de Dinayf, habló y dijo que “estamos conmocionados con lo que pasó, es un horror. Hay mucha bronca por tratarse de una niña pequeña”. A menos de 20 cuadras de la Casa de Gobierno, la pequeña Érica murió víctima de violencia infantil en un asentamiento precario en barrio Villa Urquiza, en la capital.
Acerca de la cuestionada intervención en el caso de parte del organismo, aseguró que “trabajamos desde un primer momento con la familia en un proceso de protección integral de derechos y se los acompañó desde distintos aspectos: psicológicos, sociales, habitacional y material, dado que había integrantes en situación de calle o con problemas de adicción”. ¿Pero dónde está esa supuesta actuación entonces ante semejante desenlace?
Sin embargo, dijo que “siempre se trabajó de cerca y articuladamente con cada juez de Familia, como en todos los casos, porque ellos hacen un trabajo muy comprometido, al igual que la Dinayf con todos los niños niñas y adolescentes”. ¿Pero acaso la Justicia actuó bien en este caso? Recordemos que el juez de Familia II Víctor Raúl Carlos, aceptó la propuesta de entregarle la custodia de Érica a su abuelo.
No obstante, en los estudios previos no se consideró tuvo en cuenta que el abuelo tenía una causa por violencia de género en contra de su actual pareja. La abuelastra también fue denunciada por mal trato infantil y la Justicia decidió, con una medida cautelar, quitarle a la pareja la tenencia de una de sus hijas. “Las pequeñas fueron llevadas a un hogar violento, no hay dudas”, dijo una fuente de la Policía.
Mariana Cirelli reconoció que recién ahora se trabajó junto a otros organismos para resguardar a las hermanas y tías de Érica, que también son todas menores de edad. “Conjuntamente con el Juzgado de Familia tomamos la medida excepcional de separar a las niñas del grupo familiar. Fue de un momento a otro salir a ver cómo se encontraban esas niñas y tomar la medida de ponerlas al resguardo”, afirmó.
Lo que le ocurrió a la pequeña de ninguna manera fue de un momento al otro. Los estudios de la autopsia demostraron que Érica padecía desnutrición y su cuerpito mostraba signos de maltrato de vieja data. Lamentablemente, ser funcionario del Estado sirve para excusarse de las responsabilidades que les tocan. Pareciera que la vida no vale nada cuando eres alguien que el Estado debió cuidar como no lo hizo.
