Pasadas las 11 de la noche, hora del este de Estados Unidos, el cohete reportado «fuera de control» cayó en el océano Índico, al oeste de Maldivas, según informó la Agencia Espacial Nacional de China.
El cohete, que pesaba 22 toneladas y medía unos 30 metros de largo, quedó prácticamente desintegrado al entrar a la atmósfera, según la agencia espacial
La mayor parte del cohete fue «destruido» al reingresar a la atmósfera, indicó la agencia espacial.
El cohete, que medía unos 30 metros de alto y pesa casi 22 toneladas, puso en órbita una pieza de una nueva estación espacial china el 29 de abril. Después de que se agotó el combustible, el cohete se dejó caer sin control por el espacio hasta que la gravedad de la Tierra lo arrastró de vuelta al suelo.
Generalmente, la comunidad espacial internacional intenta evitar tales escenarios. La mayoría de los cohetes que se utilizan para elevar satélites y otros objetos al espacio realizan reentradas más controladas que apuntan al océano, o quedan en las llamadas órbitas de «cementerio» que los mantienen en el espacio durante décadas o siglos. Pero el cohete Long March está diseñado de una manera que «deja grandes piezas en órbita baja», dijo Jonathan McDowell, astrofísico del Centro de Astrofísica de la Universidad de Harvard