El caso del secuestro extorsivo de Franco Nicolás Lizárraga (33 años) en la madrugada del 20 de junio de 2021 en San Miguel de Tucumán, llegó a juicio. Los cinco acusados son los policías Luciano Campos, Jonathan Díaz; el federal Gonzalo Lagoria y el civil Ángel Medina. Luego, a raíz de las pericias que se hicieron a los celulares de los acusados, se detuvo también al hermano de Ángel, el policía Néstor Medina.
Los testigos Ayelén del Carmen Noria, Javier Ernesto Ovejero y el policía Pablo Natanael Cuello contaron su versión de los hechos ante los jueces federales Enrique Lilljedahl, Noel Costa y Carlos Jiménez Montilla.
Noria, que trabajaba en un drugstore donde Lizárraga se detuvo a comprar, explicó que vio cuando un grupo de hombres lo rodeó y lo obligó a subir a una camioneta EcoSport. “Mi compañero, que se encarga de la seguridad del local, intentó intervenir pero retrocedió cuando uno de los hombres le mostró una placa y le dijo: ’somos policías’”, dijo.
Ovejero, amigo de Lizárraga, contó que recibió llamadas de los secuestradores, quienes le exigían dinero o droga a cambio de su libertad. “Me decían que eran de la Digedrop, después que eran de la Policía Federal y después de la Brigada. Se lo escuchaba de fondo a Franco que gritaba. En un momento me pasaron con él y me dijo ’por favor ayudame, me quieren meter preso y dicen que van por vos después’”, dijo.
Cuello, efectivo de la Guardia Urbana, contó que fue alertado por radio sobre una camioneta EcoSport con determinada patente. “A los pocos minutos vi que estacionaron la camioneta a pocos metros de donde yo estaba. Lo mismo hizo un Chevrolet Onix que la seguía. Corroboré el dominio y avisé para que enviaran refuerzos”, dijo.
Junto a otros cuatro efectivos y al comisario Silvio Luna, identificaron a los sospechosos y los desarmaron. La víctima se quedó en la camioneta.
Los acusados niegan los cargos y aseguran que estaban trabajando en un operativo antidrogas. El juicio continuará en los próximos días.
