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Corre a 250 KM/H en el TC2000, pero se va a casa en bici porque a los 16 no le dan el registro

Jorgito Barrio nació en Pinamar. En febrero conquistó el título de la Fórmula Renault y el 16 de marzo ganó la final del TC el día de su debut. La historia de un súper campeón.

jorgito
Jorge Barrio, piloto
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“Ahora puedo hablar pero a las 10:30 ya no porque arranco a entrenar”,responde Jorge Barrio por WhatsApp ante la convocatoria de Toda Pasión para conocer su historia, la de un chico de 16 años que en la pista de automovilismo corre como el más experimentado. Son las 9:43 de una mañana de marzo. El tono del teléfono anuncia que la llamada está en curso. “Hola, soy Jorge”, se apura a aclarar su papá. “Ya te paso con Jorgito, pasa que se está lavando los dientes”, dice y pinta la escena por completo. Es que Jorgito, la aparición más importante del automovilismo argentino en los últimos dos años, es por definición un adolescente.

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“Buen día, ¿cómo estás? Justo me agarraste lavándome los dientes, disculpame”, dice al teléfono el chico nacido en Pinamar, ciudad de la costa del Atlántico de Argentina, el 6 de mayo de 2004. Acaso por el preconcepto de la corta edad sorprende su aplomo, el tono grave de su voz, su claridad de conceptos y la seguridad con la que habla de sus objetivos. Más aún su palmarés: campeón de la Fórmula Renault 2.0 en febrero último y un mes después debut y triunfo en el TC2000, la categoría más emblemática del automovilismo nacional. “¿Te llamo Jorge o Jorgito?”, pregunta esta cronista. “Llamame Jorgito, para mí así está bien”.

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Jorgito Barrio, piloto argentino.

El 13 de febrero de 2021 Jorgito fue tercero en la final de la Fórmula Renault 2.0 disputada en el Autódromo de Buenos Aires y se consagró campeón. Treinta y dos días después debutó como piloto en el TC2000, a bordo del Renault Fluence del equipo de Marcelo Ambrogio, y ganó (sí, debutó y ganó) en el autódromo Oscar y Juan Gálvez. Él, que acelera desde los cinco años, es hoy la gran promesa del automovilismo. Y todo por un capricho…

¿Cómo te llevás con esta valoración, la de ser el emergente más destacado?

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-A mí no me gusta elogiarme, prefiero que la gente tenga su opinión sobre mí así sea constructiva, buena o mala, yo simplemente me dedico a hacer lo que me gusta y si lo puedo hacer bien, mejor.

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Reflexivo y sensato. Así será por el resto de los 30 minutos de una charla en la que sólo será un adolescente cuando su padre, siempre de fondo, interrumpa desde algún lugar de la casa con chascarrillos. Los que usa con gran tino.

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¿Cuál es el punto cero de tu historia como piloto?

-Mi viejo en su momento llegó a correr en una categoría zonal en 128 (”Participé”, dice Jorge por detrás) Bueno, dice mi papá que él participaba, no corría (se ríe) Él siempre estuvo relacionado al tema del automovilismo, le gustaba mirar carreras y bueno, nací yo y m empezaron a gustar a mí también. Un día mi vieja me llevó a unos kartings que había en la zona y ahí me gustó, eso fue a los cinco años. Y a los 6, como regalo de cumpleaños, me hicieron mi primer karting así que con ese primer karting me empecé a entrenar en el kartódromo de Mar del Plata, que era el más cercano, y así empecé a dar vueltas.

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¿Tenés registro de la sensación de subirte a ese primer karting?

No me acuerdo de sensaciones pero sí de lo que pasó: vos tenías que comprar tu turno, como en todos los kartings de alquiler, y el turno duraba 15 minutos (”Y me cansaste”, dice Jorge por detrás). Yo ya iba por el tercer turno y mi viejo me decía “bueno, basta, nos vamos, ya está”, pero en la pista había otras personas girando. Yo corría contra ellos, era mi primera vez y entre todos me pagaron un turno más porque mi viejo no quería y así seguí corriendo.

Jorgito Barrio a bordo de un karting.

Ganaste por capricho, entonces…

-Sí, en esa la re pegué porque yo bueno, imagínate, era un pibe de cinco años todo encaprichado que me quería quedar, estaba muy ilusionado y mi papá ya estaba aburrido pero llegó esta gente y me pagaron el turno para seguir corriendo. Eso fue muy lindo. (”¡Pero era puro capricho!”, dice Jorge por detrás) ¡Pará, papá! No se puede hablar así. Disculpame, me corta la historia (dice Jorgito que, ahora sí, ya es un clásico adolescente molesto con su padre)

¿Cómo es la cotidianeidad de un piloto profesional de 16 años?

-Le doy prioridad a la parte física, el gimnasio sin dudas que es una de las partes más importantes. Estoy yendo seguido a la tarde porque a la mañana voy al colegio. Durante los veranos a la mañana trabajo en la ferretería de mi viejo en Pinamar (Ferretería Jorgito) y nada, todos los días más o menos iguales: colegio a la mañana, gimnasio, trabajar en la ferretería y a la tarde me gusta estar en la pileta o tener otra actividad extra curricular. Hasta hace poco hice inglés en un instituto, ya me recibí, obtuve el First Certificate y ya después dejé.

¿Cómo fue el proceso que te trajo hasta acá?

-Fue largo. Conocí a mucha gente pero en general siempre compartí experiencias con muy poquitas personas. Siempre tuve los mismos mecánicos, el mismo equipo, tengo el mismo mecánico desde que empecé a correr, a los 8 años, y estuve con él hasta que pegué el salto a la Fórmula Renault, a los 16. La realidad es que de entrada caí bien, pude obtener resultados me sentí cómodo, avancé en categorías, corrí en karting en Brasil y en Europa, y después de eso pasé a la Fórmula Renault, donde estuve un año, y de ahí al TC2000.

Y todo sin tener registro de conducir…

-Yo por capacidades podría conducir pero la realidad es que no puedo porque me lo impide la ley. A mí manejar me parece lo más normal porque lo hago todo el tiempo por mi carrera deportiva, ya estoy subido a un auto con techo y ya desarrollo ciertas velocidades pero la calle es otra cosa y la ley indica que es a partir de los 17 y con emancipación que las personas pueden sacar su registro. Y me parece totalmente correcto.

¿Cómo te movilizás en Pinamar, tu ciudad?

-Ando en bicicleta o a veces mis viejos me alcancen a algún lado pero es con mi viejo que ando para todas partes. Él dice que se quiere jubilar de chofer ya…

¿Cómo se compone tu familia?

Con mi papá, Jorge, mi mamá, Silvina, y mi hermana, Paulita. Ellos me acompañan todo el tiempo. Por la edad todavía no puedo moverme independientemente a ningún lado y siempre necesito la supervisión de alguno por el tema de ser menor pero por suerte en pista no.

Jorgito Barrio junto a sus padres y hermana.

¿Qué dice Silvina cuando su hijo acelera a niveles extremos?

-Mi mamá no me da consejos como piloto, ella no se interesa y no comprende tanto el tema de los autos. Tiene aceptado que corro, sabe que hago lo que me gusta, conoce del riesgo y el que tuvo que pelear fue papá… de entrada hubo varias peleas en la casa porque mamá no quería mucho que corriera pero bueno, la convenció.

¿Cómo te llevás con el riesgo de tu disciplina?

-Nunca pienso que me voy a lastimar ni nada y creo que es el pensamiento de los pilotos porque si no, no corrés tranquilo. Yo hago lo mío, no sé si al subirme al auto no lo pienso porque lo tengo asumido o porque directamente no es algo que me interese que me pase, creo que es la primera opción y no es algo en lo que piense regularmente.

¿Cuán grande es el esfuerzo económico de un equipo de automovilismo para sostener la competitividad?

-Esa es la parte más dura del automovilismo, la económica porque siempre es un problema pero se me están dando las cosas muy bien, los resultados acompañan y hace que (Jorge interrumpe con palabras que no se identifican pero a Jorgito le molesta y vuelve al ruedo: “Pará, papáaaa, qué pesado, no se puede hablar tranquilo”) Te decía que cuando te va bien hay más interesados pero siempre falta algo. Para nosotros todos los sponsors son son fundamentales.

¿Cómo es tu vida social?

-Es un poco complicada para mí estar con mis amigos porque por estar tantos fines de semana afuera hace que a veces tengo ganas de compartir con ellos pero por tiempos no puedo. De todas formas es algo que tengo aceptado y asumido porque esto le pasa a todos los que les gusta este deporte.

¿Te relacionás con los juegos electrónicos?

-Tengo un simulador y con otros amigos que voy haciendo dentro del deporte nos divertimos bastante porque esto te lleva por todo el país y vas conociendo mucha gente que después no volvés a ver pero la virtualidad hace que puedas coincidir y compartir el deporte pero de manera virtual.

Jorgito Barrio, ante los flashes.

¿Cómo sigue tu vida en el marco de tu gran momento deportivo?

-Mi vida continua con el sueño y todo el esfuerzo para poder salir campeón del TC2000. Creo que creo que sería un gran logro, más por ser mi primer año y porque empecé con una victoria. Por ahora el objetivo es ese y después, en adelante, la realidad es que no tengo muy definido qué voy a hacer con los estudios pero por la parte deportiva me encantaría poder vivir del automovilismo como lo hacen todos los pilotos profesionales.

¿La Fórmula Uno es una meta?

-Es imposible que un argentino llegue a la Fórmula Uno. Es una realidad que los pilotos tienen asumida, tengan la capacidad conductiva o no, porque saben que siendo argentino no vas a llegar, no por ahora al menos. Ojalá que alguno logre poner allá la bandera argentina pero lo veo prácticamente imposible por lo económico y por los intereses de las empresas y de los equipos porque para ellos no es lo mismo que llegue un finlandés que un argentino. A una empresa le conviene más, entre dos pilotos de la misma categoría, que llegue un piloto que no sea sudamericano, con excepción de los brasileños, a los que los ven diferentes afuera.

-¿Te gusta algún otro deporte?

-Cualquiera que sea profesional menos el fútbol, que lo miro solo cuando juega la Selección. No por nada en particular, no tengo nada contra el fútbol pero no me llama la atención. Incluso no tengo simpatía por un equipo. Si tengo que elegir uno digo Boca pero sólo para hacerle la contra a mis primos, que son de River, pero la verdad es que ni siquiera entiendo mucho, de hecho soy muy malo y termino yendo de arquero. Sí me llama la atención el tenis, me gusta.

Jorgito Barrio con sus premios como campeón de la Fórmula Renault.

¿Te ejercitás mental o psicológicamente?

-No hago terapias, es algo que tendría que considerar hacer algún tratamiento para la concentración o alguno de esos trabajos que se hacen y que mejoran la performance, pero por ahora no hago ninguno.

¿Soñaste con algo de todo esto?

-Yo voy día a día, me están pasando cosas inimaginables. La realidad es que hacía mucho tiempo que no había algo deportivo por fuera del fútbol en los medios más importantes y bueno, dentro de lo deportivo, salir campeón de la Renault en mi primer año no me lo imaginaba, y menos aún poder ganar el TC2000 en mi carrera debut, con tan poco tiempo entre una categoría y otra. La verdad es que no te lo imaginás pero no soy de soñar mucho, tengo los pies en la tierra, me gusta ver el producto del trabajo pero sé que están pasando cosas demasiado buenas.

Jorgito Barrio, debut y triunfo en el TC2000.

Te subiste al auto del TC por primera vez, corriste, ganaste y…

-Pensé: “qué loco que pueda estar acá arriba en tan poco tiempo”. Era raro ya estar en la cerrera pero más cuando gané. Sentí alegría y tuve buenos pensamientos, me sentía contento por todo el esfuerzo que se hizo durante tanto tiempo. Vienen pocas cosas a la cabeza porque todo es alegría pero me sentía contento de poder devolverle el trabajo de tantos años a mi familia.

¿Sos un adulto anticipado o te sentís el adolescente que sos?

-Me veo comuna persona mayor porque me gusta encarar todo desde ese punto de vista más allá de que sé que soy un pibe y sé que tengo que madurar y aprender muchas cosas, pero quiero consolidarme dentro de este mundo cuanto antes.

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