Desde la Asociación Sindical de Motociclistas, Mensajeros y Servicios (Asimm) advirtieron que existe una gran precariedad laboral en torno a las empresas de aplicaciones de delivery, luego de que se conociera que el juez Roberto Gallardo suspendió a Glovo, Rappi y Pedidos Ya en la ciudad de Buenos Aires hasta que regularicen y equipen a sus empleados.
En el caso de Buenos Aires, el magistrado Gallardo se apoya en su resolución, en un fallo previo de una Cámara de Apelaciones que exigía la inscripción de los trabajadores en el registro porteño y la obligación de que los repartidores utilizaran una indumentaria adecuada.
El 27 de julio pasado, un trabajador de Glovo tuvo un accidente en la ciudad de Buenos Aires y, cuando se comunicó con la compañía para avisar, se mostraron más preocupados por el estado de la comida que debía entregar que por su estado de salud, según se refleja en un chat con el encargado de la empresa que circuló por las redes sociales.
Pérdidas
Las app Rappi y Glovo les cobran a los trabajadores el 17% de cada envío. “Si tenés un envío de 50 pesos te sacan el 17% de este total. Además, cada 15 días tenés que depositar 500 pesos que es como una especie de “base’ que te cobran las aplicaciones por el uso del logo y merchandising”, precisó Cruz.
Cada viaje debe demorar unos 30 minutos. “Si un trabajador entrega el pedido en más de 30 minutos, es gratis el envío y realmente no conviene trabajar así”, manifestó.
“Lo que ocurre es que las aplicaciones envían un informe a la empresa, ésta toma el servicio y desde que lo hace cuenta los minutos. El trabajador tiene 35 para llegar con ese envío al domicilio pero si el empresario está saturado con pedidos de comida y demora, ese pedido luego va gratis. Posteriormente Glovo le devuelve al trabajador un bono mensual por los envíos que fueron entregados tarde pero ese bono es un voucher de comida, por ejemplo, una hamburguesa. Es comida a cambio de trabajo”, finalizó.