Un listado de nombres que circula en las redes sociales, fotos de contratos del Concejo de Yerba Buena y versiones cruzadas sobre el tema. Estos son algunos de los ingredientes de una interna política que esta semana brotó y generó malestar, tensiones y hasta denuncias policiales.
Desde adentro del cuerpo legislativo aseguran que se trata de una interna entre los distintos acoples del peronismo que se comenzó a discutir puertas afuera. Los cuestionamientos de estos sectores, sin embargo, están direccionados hacia la Presidencia del Concejo, que asumió en octubre el edil Rodolfo Aranda (Juntos por el Cambio).
La polémica se desató días atrás, cuando en las redes sociales se publicó un listado de 27 personas contratadas en el Concejo, con nombres y apellidos, y supuestos parentescos o vínculos que tendrían con dirigentes que responden a la Casa de Gobierno.
El concejal Alejandro Sangenis (Hacemos Tucumán), en diálogo con LA GACETA, cuestionó la productividad de estas personas y afirmó que solicitó a la Presidencia que se dieran de baja estos contratos, que vienen de gestiones anteriores. “Esa gente no responde a ningún concejal en vigencia”, manifestó. Según agregó, estos cargos responden directamente a la Casa de Gobierno.
La polémica se agrandó cuando aparecieron fotos de los supuestos contratos sellados con extensiones hasta el 31 de diciembre y con la leyenda de que los cargos dependen de la Presidencia del Concejo. Sangenis, en ese sentido, consideró que su par de Juntos por el Cambio incumplió con el reglamento del cuerpo legislativo, el cual señala que cada edil puede designar hasta siete empleados.
La situación se desbordó el martes, cuando -según una denuncia policial realizada por Sangenis- él y un colaborador suyo sufrieron agresiones físicas de partes de estos empleados. Previamente, según otra denuncia policial del mismo edil, había sido agredido y amenazado verbalmente por otra empleada del poder legislativo yerbabuenense.
Versiones cruzadas
Respecto a los contratos, Aranda remarcó a este diario que no se tratan de altas nuevas y afirmó que cuando se topó con esta situación, al acceder a la Presidencia del Concejo, puso a todos los ediles al tanto. Dijo que sólo se les dio continuidad a los convenios hasta fin de año, pero evitó hacer consideraciones sobre estos empleados. “No quiero meterme en una interna que me es impropia”, expresó. Aclaró, sin embargo, que los seis ediles que ingresaron este año designaron a siete personas cada uno (reglamentado por ordenanza), lo que totaliza 42 altas.
Respecto a las agresiones físicas denunciadas por el edil alperovichista, el presidente del Concejo afirmó que no se encontraba en el lugar en ese momento. “Cuando llegué un concejal dijo que lo habían patoteado. Sí hubo una serie de gritos entre dirigentes de un partido al cual no pertenezco; más allá de eso, no intervino la Policía ni siquiera la Guardia Urbana”, afirmó. Aclaró, además, que el conflicto no fue entre concejales.
