“Si se piensa que un niño en el vientre de su madre es un montón de células, la raíz es el egoísmo”, dijo Scheinig, quien encabezó la misa por la Inmaculada Concepción de la Virgen María, que se conmemora cada 8 de diciembre.
Durante la misa en la Basílica de Luján, Scheinig sostuvo que “la raíz del mal de nuestro mundo es que tenemos un yo demasiado grande que le pone límites a todas las cosas, el egoísmo es la raíz de todos los males”.
Y luego enfatizó: “Nuestro yo es tan grande que le ponemos límite a la vida”.
En contraposición, señaló que a Dios “se le ocurrió una cosa que no se le ocurrió a nadie mas” en referencia a la concepción de una mujer virgen. Por eso, remarcó que María aceptó ser madre a pesar de ser “una mujer simple, sencilla de un pueblo escondido de la tierra, pobre, humilde, jovencita ella” y resaltó que aceptó la maternidad “sin peros”.
“La virgen inmaculada que no tiene manchas, es el sí total a Dios”, siguió el obispo, quien también afirmó que “no se puede vivir en un país con la mitad de la población en estado de pobreza y distraídos en cosas menores”
En una ceremonia con la presencia de fieles que también fue transmitida por redes sociales, Scheinig realizó el cierre del año mariano nacional con el rezo del rosario y la posterior celebración de la misa.
En 2019, la Conferencia Episcopal Argentina convocó a un año mariano destinado a honrar a la Madre de Dios desde el 8 de diciembre de 2019 hasta el 8 de diciembre del 2020.
Este año, a raíz del coronavirus, se decidió retirar la virgen de la Basílica; además, la empresa de servicios de agua ABSA montó un operativo preventivo de asistencia mediante el suministro de canillas públicas y a través de dos camiones cisterna en la Basílica de Luján.