Vacunación Dengue

El kirchnerismo comienza a dejar solo a Sergio Massa

La Cámpora lo mira de reojo y apenas pone su energía en bolsones del conurbano.

massa cristina kirchner
Sergio Massa y Cristina Kirchner
Vacunación Dengue

Existen dos contrastes en la campaña de Unión por la Patria que se están convirtiendo en una enorme dificultad para Sergio Massa. Por un lado, figura la presencia persistente del Fondo Monetario Internacional (FMI) en la escena política. Entendible en el marco de un gobierno que debe negociar vencimientos por su insolvencia para saldarlos. Por otro lado, sobresalen la soledad del ministro-candidato y la prescindencia, se supone que coyuntural, de la fuerza que supo encumbrarlo: el kirchnerismo.

Habrá que ver si antes de las PASO de agosto los términos de esa ecuación incómoda logran ser modificados. La intervención del último domingo del FMI, con un comunicado a través de las redes, fue en realidad una mano tendida al ministro-candidato. En un lenguaje ambiguo, el organismo comunicó el progreso en las conversaciones para arribar a un acuerdo. No dijo cuándo, ni cómo. Persiguió dos objetivos: intentar apaciguar el mercado cambiario en la Argentina en su apertura del lunes. No lo consiguió.

Asistencia Pública

Acompañar además las primeras medidas que anunció Massa, en la dirección de lo que se continúa conversando con el organismo financiero. Básicamente, achicar el déficit fiscal y perseguir un fortalecimiento de las reservas. Se trataría, en verdad, de la primera señal brindada por Massa para que las negociaciones que sostienen sus delegados del ministerio de Economía no se vuelvan a trabar. Lo que algunos llamaron “la prueba de amor”, que el FMI supo corresponder con rapidez.

Movilidad

De allí la segunda declaración (el lunes) en la que consideró que las medidas impositivas y cambiarias “son positivas para fortalecer las reservas y consolidar el camino al orden fiscal”. Lo impensado llegó luego por vía burocrática. El organismo, dentro de un análisis global periódico, empeoró sus previsiones acerca de nuestro país. Caída de 2.5 puntos en la actividad. Inflación del 120% anual. El ministro-candidato no ignora el costo de las decisiones. Justo en tránsito hacia un recambio presidencial.

Su segundo gesto fue asistir a la Sociedad Rural donde aceptó que “hay medidas que son cuestionables, pero tienen que ver con la realidad del momento”. Ese momento refiere a un país virtualmente quebrado, un gobierno cuyo vacío de poder intenta disimular el ministro-candidato, el liderazgo declinante de Cristina Fernández y una oposición que no ha sido todavía capaz de edificar un horizonte de confianza.

La síntesis de las resoluciones económicas puede enmarcarse en una devaluación encubierta a través de varios tecnicismos fiscales. Que dejará secuelas en la actividad económica y la inflación. Seguramente las evidencias no alcanzarán a ser tangibles antes de las PASO. Difícilmente puedan ser ocultadas cuando se arribe a las generales de octubre. Fue el riesgo menor que debió asumir el ministro-candidato.

Banner Tucumán Despierta
Banner Tucumán Despierta

En cuestión de horas, Massa archivó el fogoso discurso de campaña que por semanas tuvo como blanco el FMI. Llegó a decir que “hay que pagarle para que se vaya y no vuelva nunca más”. Melodía encantadora para el oído kirchnerista. Carente de cualquier asidero. La Argentina debe US$ 50 mil millones y el Banco Central apenas tiene como reservas el tramo que le queda del swap ampliado con China. El ministro-candidato se ha visto forzado a atenuar la kirchnerización en la medida que comenzaron a avanzar las negociaciones con el FMI. Por ese motivo le hizo un pedido especial a un amigo recuperado de viejos tiempos.

No se conoce, en cambio, que el ministro-candidato le haya hecho alguna solicitud similar al kirchnerismo. En especial, a La Cámpora. Desde ese planeta supieron acompañar la radicalización inicial de Massa. Varios intendentes lo cortejaron. Hizo lo propio Axel Kicillof, el gobernador que busca la reelección en Buenos Aires. Cristina ofertó su valiosa compañía en tres apariciones públicas consecutivas. Pero la reciente “prueba de amor” de Massa al FMI, o aún antes, produjo un enmudecimiento del kirchnerismo.

Conociendo el desagrado que su inevitable acercamiento al FMI provocaría en el kirchnerismo, el ministro-candidato empezó a entreabrir puertas. Estuvo en Santiago del Estero junto al gobernador Gerardo Zamora. Lejos de su habitual tono desafiante pidió “disculpas” a un auditorio de dirigentes y militantes por no haber podido dar respuesta satisfactoria al problema de la inflación. Su gira abarcará de aquí hasta las PASO a todos los distritos provinciales administrados por el peronismo. El tiempo no le alcanzará, en este tramo, para ir en búsqueda de los “independientes desencantados”.

Dejanos tu Comentario