Vacunación Dengue

El kirchnerismo ofrece una versión berreta del capitalismo por medio de un massismo prebendario

Sergio Massa tejió una trama de lealtades con sectores que prosperan en simbiosis con empresas estatales y con rentas de privilegios regulatorios. Lo cierto es que no confía en el mercado, sino en sus amistades

cristina kirchner y sergio massa
Cristina Kirchner - Sergio Massa
Vacunación Dengue

La decisión de apoyar a Sergio Massa como candidato presidencial de Unión por la Patria ha provocado revuelo dentro del peronismo y de la oposición, pues el corrimiento ideológico que implica pasar del discurso izquierdista de La Cámpora a las convicciones ambidiestras del ministro de Economía, además de la desazón de algunos, ha generado engañosas expectativas empresarias como si el líder renovador pudiese transformarse en el Menem de los años 90.

A diferencia del ex presidente riojano, que se apoyó en el grupo Bunge & Born para introducir reformas estructurales de apertura económica, privatizaciones y desregulación, Sergio Massa tejió una trama de lealtades con sectores que prosperan en simbiosis con empresas estatales y con rentas de privilegios regulatorios. Lo cierto es que no confía en el mercado, sino en sus amistades.

Asistencia Pública

Y si mostrase alguna hilacha menemista, hallará a los legisladores kirchneristas vetando todo desvío de la ortodoxia dictada por el Instituto Patria. Los leales a Cristina Kirchner se aferran al Plan de Reconstrucción y Liberación Nacional de José Ber Gelbard de hace medio siglo, basado en la transferencia de recursos del campo a la industria, el control de cambios y de precios, el rechazo al capital extranjero, la nacionalización de la banca, el direccionamiento del crédito, la sustitución de importaciones y la selección discrecional de ganadores y perdedores.

Cumplimos

Axel Kicillof, su heredero intelectual, aborrece la seguridad jurídica, pues cuando el Estado dirige la orquesta, los empresarios solo deben ajustarse a la música que les marca el paso. La única seguridad que importa a sus militantes es la estabilidad en sus cargos con la certeza de sus prebendas. Massa difícilmente pueda dar vuelta la percepción que el mundo inversor tiene de la Argentina como incumplidora serial.

Se necesitará demostrar fuertes convicciones y apoyo político para que los inversores regresen a la Argentina. Y Massa no cuenta con lo uno, ni contará con lo otro. Su permanente cambio de posturas, su afición por la casuística y los remiendos “para llegar” sin devaluar, demuestran que no le importan las instituciones ni la seguridad jurídica, aunque la inflación aumente y la pobreza se multiplique.

Quienes aplauden que haya tomado distancia de los “ñoquis de La Cámpora” a quienes prometió barrer, no lo hacen por esperar cambios, sino porque saben que no cambiará nada. Massa es incapaz de generar credibilidad y, si accediese al sillón de Rivadavia, continuará haciendo peronismo clásico: el “toma y daca” de los regímenes especiales, los privilegios sindicales, las excepciones puntuales, las franquicias sectoriales, los guiños a los amigos y los abrazos a los enemigos.

Banner Tucumán Despierta
Banner Tucumán Despierta

El debate que abrió la inesperada candidatura de Massa es también un revulsivo para la oposición, enfrentada con la dificultad política de cambiar un país de inmenso potencial, pero paralizado por 80 años de economía cerrada. Soslayar esa anomalía implicaría continuar con las distorsiones del “costo argentino” y su contrapartida, la protección aduanera, las prebendas regulatorias y los subsidios discrecionales.

Perpetuarla sería condenar al empresario nacional a la mendicidad y la sumisión política. Cabe esperar que haya un acuerdo fundamental para unir fuerzas y proponer un camino de reformas profundas que apunten a la competitividad, no como propuesta “economicista”, sino como imperativo ético para mejorar las expectativas de una población que está perdiendo la esperanza de vivir en un país normal.

Dejanos tu Comentario