En una serie de charlas para el libro “Vida: Mi historia a través de la Historia”, del periodista italiano Fabio Marchese Ragona, que se lanza esta semana, recuerda con un toque de humor que el presidente Javier Milei este lo invitó “un viaje ‘en son de paz’” a su país durante a larga audiencia que le concedió en febrero.
Francisco y Milei se dieron un abrazo el 10 de febrero en la basílica de San Pedro al término de la canonización de la primera santa argentina y al día siguiente en la audiencia el presidente se disculpó por las descalificaciones que le había propinado en el pasado, lo que normalizó el vinculo.
“La situación allí (en la Argentina) no es fácil, mucha gente sufre la pobreza y querría llevar mi cercanía”, dijo el Papa. Y agrega: “Espero poder ir, me gustaría, aunque para mí ya no sea fácil viajar como antes, sobre todo largas distancias. Ya veremos qué decide el Señor por mí”.
¿Viene en el segundo semestre?
Si bien se barajaba abril como el mes para la concreción de su viaje, a principios de enero el propio Francisco dijo que estaba pensando en “el segundo semestre del año” para concretarlo, lo que se interpretó como una decisión para ver cómo discurría el nuevo gobierno.
En su cercanía, dicen que al Papa le preocupan las peleas políticas y la conflictividad social que, por lo demás, podrían terminar afectando el clima de su eventual viaje con el que quisiera hacer un aporte a la unidad dentro del pluralismo y no ser motivo de más fricciones.
En un reciente video mensaje con motivo de la presentación en el país de otro libro que lo tiene como protagonista, consideró que las “dificultades que atraviesan millones de hermanos y hermanas de nuestra patria obligan a que queden de lado los puntos que dividen para que haya un enfoque sobre las coincidencias que unen”.
Pero también la evolución de su salud con vistas a viajes largos abre interrogantes. En ese sentido, hay quienes creen que su visita a Indonesia, Timor Oriental, Para Guinea y Singapur, a fines de agosto, puede ser una prueba de fuego.
El lunes, el arzobispo de Buenos Aires, Jorge Ignacio García Cuerva, advirtió sobre el impacto del ajuste en los pobres, al señalar que si “este tiempo es para tragar jarabe malo y curarnos, algunos tenemos caramelos para que se nos vaya el sinsabor, pero otros no y son los que quedan afuera, a veces para siempre”.
Tras señalar su deseo que a Milei “le vaya bien” en su combate a la inflación ya sacar adelante el país. “Hace años que digo que la inflación es el impuesto de los pobres. Creo que la Argentina tiene esta enfermedad que parece endémica y no se termina de ir nunca”, completó en declaraciones a Radio Mitre.
