Boleto Gratuito

El “relato” kirchnerista se desploma y no se puede ocultar

La desafortunada frase de Alberto Fernández que ahora regresa con más fuerza y lo condena

alberto 20
Presidente Alberto Fernández
Descacharreo

“Prefiero tener 10 por ciento más de pobres y no 100 mil muertos en la Argentina por coronavirus”. La frase corresponde al presidente Alberto Fernández, y es de abril de 2020. Cuando el actual mandatario asumió el Gobierno, el índice de pobres era del 35,5% y si bien cerró 2020 con un 42%, distintas proyecciones marcan un 45,2% al día de hoy. Es decir, casi un 10 por ciento.

Respecto de la cantidad de muertos por COVID-19, la Argentina orilla los 90 mil y, lamentablemente, suena inevitable que supere los 100 mil. En otras palabras, lo que prefería Fernández ya es una anécdota, tiene el 10% más de pobres y dentro de poco el número de muertos llegará a 100 mil. ¿Eso indica que la gestión sanitaria es un fracaso? La única verdad es la realidad, decía Juan Domingo perón.

Fumigación y Limpieza

La única certeza es que si la Argentina se ubicó desde este fin de semana en el octavo puesto de mundial de los países con más contagios por cada cien mil habitantes, superando incluso a Italia, es decir que algo se hizo mal. Negarlo es, según el término de moda, negacionista. La mejor noticia para la Casa Rosada es que llegó al invierno con más de 20 millones de dosis de vacunas.

Movilidad Urbana

Pero todavía están lejos de las 63 millones que prometió el ex ministro de Salud Ginés González García, de viaje de placer por España. También afronta esta etapa con el 90% de los mayores de 60 años con al menos una vacuna aplicada. Pero la falta de la segunda dosis de Sputnik V empieza a preocupar a quienes se inocularon con la primera de esa vacuna, sobre todo los adultos mayores.

Ginés González García, de viaje de placer por España. Captura de video.

Y no hay señales aún de cuándo llegará. Si se vence el plazo de 85 días de inmunidad de la dosis 1, serán muchos los que apuntarán al Gobierno. A la premisa de la aceleración de la vacunación se aferran el Gobierno y el Frente de Todos para afrontar el inicio de la campaña electoral con miras a las PASO de setiembre y las elecciones legislativas de noviembre. Y son muchos los interrogantes que surcan el horizonte del oficialismo.

Y es que ¿Cómo explicar a la sociedad que finalmente la economía se destruyó, la pobreza se disparó al 50% y no se logró el plan inicial de frenar contagios y muertes? Ese es el gran debate interno mientras esperan que la frase del jefe de Estado no se cumpla. Lo que diga Juntos por el Cambio no es el principal problema para el oficialismo porque entienden que hay distritos gobernados por la oposición y, en definitiva, la pandemia ha golpeado a todos por igual.

Banner Tucumán Despierta
Banner Tucumán Despierta

Pero la Rosada lo que no quiere es que la tapa de los diarios, los portales, las radios y los programas de TV amanezcan un día debatiendo esa cifra. Evitar los 100.000 muertos en julio, entienden en el Frente de Todos, sería superar una barrera clave porque luego llega la mejora del clima posibilitará que la gente evite los ambientes herméticos o muy cerrados, permitiendo la circulación de aire o directamente encontrándose al aire libre.

coronavirus en argentina

Sin dudas, avanza una nueva etapa en la Argentina en cuanto a la pandemia en medio de la campaña electoral. A esta altura, ya no hay dudas que el eje de la disputa a nivel político y lo que privilegiará el votante será, ¿vacunación o economía?. Cristina Kirchner, la líder del oficialismo, dejó en claro que lo único que tiene para mostrar la gestión de Alberto Fernández es la campaña de vacunación.

Por eso apeló a la falsa convocatoria a la unidad, para blindar la viga que sostiene la estrategia electoral, las vacunas. Nada dijo la vicepresidenta, porque quizás no había nada para decir, de un futuro inmediato promisorio a nivel económico. Hubiera sido muy poco creíble en un contexto donde además de la pobreza está a sólo cinco puntos de afectar a la mitad de la población.

Y en el que nadie imagina una inflación anual menor al 45%, con la correspondiente pérdida del poder adquisitivo del salario. Para que el salario le gane a la inflación durante a gestión de Fernández, un trabajador debió haber visto su ingreso aumentar al menos un 36% en el 2020, y haber cerrado como piso un 45% para este año. Eso significaría empatarle a la inflación. Por lo que habría que sumarle unos puntos más, para ganarle.

Pero, ¿Cuántos gremios lograron cubrir ese incremento? Además, no hay que olvidar que casi el 50% de los trabajadores son informales o cuentapropistas, por lo que quedan afuera de esos aumentos. Pero aunque los hubiera, el dilema es si esos recursos, ya no en la clase baja sino en la golpeada clase media, se trasladarán al consumo o a pagar deudas con los servicios públicos, la tarjeta de crédito o con los créditos otorgados a tasa cero por el Estado.

Situación que está muy presente en la radiografía de ese segmento social marcado por cierre de comercios y pymes, despidos, emprendedores sin ingresos, desempleo. Los nuevos pobres que pasaron a engrosar ese índice que a nadie parece desvelar demasiado. En ese marco, no es casual que el economista Carlos Melconián afirme que “las próximas elecciones son las más importantes desde el retorno a la democracia”.

En las elecciones legislativas de octubre de 2001, durante el tramo final del gobierno de Fernando de la Rúa, el furor fue el voto bronca, compuesto por voto en blanco, anulación del sufragio metiendo cualquier cosa en el sobre o bien inasistencia. No hay dudas que el contexto no es el mismo, Alberto Fernández no es De la Rúa y en el medio, además, está la pandemia mundial de COVID-19.

Pero sí está claro que hay un descontento subterráneo importante con la clase política, tanto con el oficialismo como con la oposición. Y que la representatividad de los partidos, los sindicatos y los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, está en crisis. No es una afirmación periodística, lo clama buena parte de la sociedad diariamente en las redes sociales y en la vida cotidiana. Es por ello que cabe preguntarse: ¿Alguien los estará escuchando?

Dejanos tu Comentario