Vacunación Dengue

El riesgo de tratar de la misma manera las relaciones con la oposición y las de la política exterior

El Presidente ha dicho una y otra vez que tiene pensado privilegiar las relaciones con aquellos presidentes con los que tiene afinidad ideológica. El problema es que, sobre todo en los países democráticos, los presidentes cambian, pero los Estados permanecen.

Javier milei-min
El presidente Javier Milei
Vacunación Dengue

Ya en las primeras etapas de su carrera política, Javier Milei se dio cuenta de que sus ideas no son marginales. El Presidente supo que sus intervenciones como panelista levantaban el rating de los programas de televisión en los que se presentaba y cosechaban visualizaciones en las redes sociales comparables con las del influencer más exitoso. Milei cree que lo que él piensa sobre la economía y la política, o sobre el arte y la ciencia, sobre la educación y la salud es lo mismo que piensa una porción muy numerosa de la sociedad.

Así, en la campaña Milei detectó que podría decir sin adornos que pensaba hacer un ajuste inédito en los gastos del Estado en un período muy corto. Pudo hacer eso porque buena parte de los votantes pensaban que esa receta era la mejor para lidiar con los problemas que generó un déficit que con el kirchnerismo se volvió crónico y que convirtió a un Estado que ya fallaba en muchos ámbitos en una bolsa de privilegios, observatorios inútiles y organismos que duplicaban, triplicaban o cuadruplicaban funciones.

Fumigación y Limpieza

Como Presidente, Milei reprodujo ese mecanismo. El anuncio del cierre del Inadi tendrá un peso casi imperceptible en el presupuesto nacional, pero las quejas de los empleados despedidos se multiplicarán en las redes sociales y serán celebradas por quienes votaron a Milei e incluso por algunos que no lo votaron. Por supuesto, esa idea del Presidente, que puede tener un buen rendimiento electoral, se topa cada tanto con límites.

Movilidad Urbana

Uno es el de los diputados y senadores, que también fueron votados y quieren mantener sus votos en el futuro igual que el Presidente. Otro es el de los gobernadores, que también fueron votados por los mismos sufragantes que los que llevaron a Milei la Casa Rosada. En su caso, además, hay un problema adicional, porque defienden los intereses de una jurisdicción distinta a la Nación, que a veces son convergentes y a veces colisionan.

Esta última particularidad se multiplica cuando Milei se relaciona con otros países. El Presidente ha dicho una y otra vez que tiene pensado privilegiar las relaciones con aquellos presidentes con los que tiene afinidad ideológica. El problema es que, sobre todo en los países democráticos, los presidentes cambian, pero los Estados permanecen. Milei se empeña en pelearse con presidentes como Manuel López Obrador, Gustavo Petro o Nicolás Maduro.

También insiste en confrontar con China y Rusia. Incluso, si se presta atención a sus primeros viajes al exterior, se puede concluir que lo que manda en esa lista es la ideología. Es una agenda en la que sobresalen las visitas de carácter privado, algunas de ellas para participar en eventos de partidos libertarios o conservadores, en los que Milei se reúne, incluso, con candidatos o políticos que desafían a los presidentes de esos países.

Banner Tucumán Despierta
Banner Tucumán Despierta

Los casos de Estados Unidos y España son bastante elocuentes en ese sentido. Es verdad que, si se mira la cuestión de la política exterior con los anteojos de las conveniencias electorales, se puede pensar que una pelea con cualquiera de los presidentes mencionados le traerá ventajas al Presidente. Pero la política, y en particular la política exterior, es siempre algo más que la estrategia electoral circunstancial.

Dejanos tu Comentario